Las fuerzas militares rusas han comenzado el asedio de la ciudad de Chernígov, situada a unos 150 kilómetros al norte de Kiev. La localidad ya no tiene agua corriente y es imposible el acceso para llevar ayuda humanitaria o evacuar a civiles.
Fuentes ucranianas citan en 200 los muertos y 44 los heridos en Chernígov debido a los bombardeos rusos y han alertado de que muchos de los heridos no sobrevivirán si no son evacuados, informa la prensa ucraniana.
Además, han destacado que la ciudad está resistiendo los ataques rusos desde hace más de un mes e incluso han asegurado que han recuperado la localidad de Trostianets.
Hay edificios de viviendas, escuelas infantiles, estadios y bibliotecas bombardeadas. No hay agua corriente ni gas para calentarse y el suministro eléctrico no es estable.
El presidente de la Administración Regional Estatal de Chernígov, Viacheslav Chaus, ha destacado que la ciudad resiste gracias a los voluntarios y a las Fuerzas Armadas.
La localidad está cerca de la frontera con Rusia y Bielorrusia y en ella residen ahora mismo la mitad de los 285.000 habitantes censados antes de la invasión rusa del 24 de febrero.
El alcalde, Vladislav Atroshenko, ha descrito este sábado el estado de la ciudad como «catastrófico». Según sus palabras, la ciudad se encuentra sin energía y es imposible salir de ella porque las fuerzas rusas han destruido un puente que enlaza la localidad con la capital, Kiev.
«Estamos decidiendo cómo sacar a los heridos graves por cualquier medio. No podemos operarlos localmente», ha declarado antes de agregar que unas 44 personas, tanto militares como civiles, necesitaban atención médica.