La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) recomendó este viernes eliminar las restricciones regulatorias a las gasolineras automáticas, al considerar que las normas actuales dificultan la apertura de este tipo de estaciones de repostaje, sobre las que señala que son positivas para la competencia y el abaratamiento de los carburantes.
Así se refleja en un estudio publicado por la CNMC sobre el efecto competitivo de la entrada de gasolineras automáticas en el mercado de distribución minorista de carburantes. Para el organismo supervisor, “las estaciones de servicio automáticas tienen potencial para introducir más competencia en el mercado de distribución de carburantes, beneficiando a consumidores y usuarios”.
En concreto, el estudio explica que estas gasolineras, “como no tienen personal para realizar el repostaje y el pago, soportan menores costes”, y también destaca que “requieren menos espacio físico que las gasolineras tradicionales, lo que contribuye a que sean más baratas y permite su instalación en zonas menos atractivas para las estaciones tradicionales”.
El estudio constata que las gasolineras automáticas “tienden a ser más baratas que las gasolineras tradicionales”, y pone como ejemplo que en la Comunidad de Madrid la diferencia media de precios entre las gasolineras automáticas de operadores independientes y las gasolineras atendidas de los operadores verticalmente integrados alcanzó un máximo del 16,9% para el gasóleo A y del 12,3% para la gasolina 95 durante el periodo investigado, entre 2012 y 2016.
En la misma línea, el estudio subraya que “las gasolineras automáticas incrementan la presión competitiva sobre las demás gasolineras, beneficiando también a los consumidores que siguen acudiendo a las gasolineras tradicionales”. En este sentido, durante el periodo investigado la entrada de gasolineras automáticas en la Comunidad de Madrid provocó que los precios de las estaciones cercanas se redujeran en alrededor de un 0,5% en gasóleo A y de un 0,21% en gasolina 95, lo que supuso un ahorro de entre 15 y 24 millones de euros para los consumidores de las gasolineras tradicionales.
Sin embargo, la CNMC considera que “la regulación nacional y de algunas comunidades autónomas es altamente restrictiva con las estaciones de servicio automáticas” y que “España es uno de los países de la Unión Europea con menor penetración de este tipo de estaciones de servicio”.
Por ello, la CNMC recomienda “revisar la regulación estatal y autonómica para eliminar todos aquellos requisitos o limitaciones sobre las gasolineras automáticas que no sean verdaderamente necesarios, así como para lograr una mayor homogeneidad en la normativa”. Además, recomienda una mayor transparencia sobre este tipo de instalaciones.