El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi ha dicho que el Consejo de Gobierno de la institución estaría «cómodo» con el hecho de poder adoptar medidas «en la próxima ocasión». Así lo ha manifestado en la rueda de prensa posterior a la reunión.
El responsable del BCE ha argumentado que existe «consenso en no resignarse» en el camino proyectado en relación con la inflación, lo que podría llevar a nuevas actuaciones, pero después de la publicación de las nuevas previsiones de principios del mes de junio. Draghi ha insistido en que el BCE continuará con una orientación «acomodaticia» y «no excluimos que los tipos de interés sigan en los niveles actuales o más bajos durante un periodo de tiempo prolongado». De momento, los tipos de interés se quedan como estaban, en el 0.25%.
Draghi se mostró convencido de que el riesgo de deflación en la zona euro es por el momento «limitado», y por tanto no descartó la adopción de medidas «convencionales» y «no convencionales» y apuntó que seguirá «muy de cerca» la evolución de los precios.
Según dijo, esta previsión se basa en un panorama «contenido» de inflación en el medio plazo. «El Consejo de Gobierno es unánime en su compromiso de utilizar instrumentos no convencionales para actuar en un periodo de baja inflación prolongado», ha aseverado el presidente del BCE.
Draghi puntualizó que ante un prolongado periodo de inflación baja, los precios tenderán al alza en el entorno del 2% a finales del año 2016. En este sentido, el responsable del BCE advirtió que «cuanto más largo es el periodo de tiempo con inflación baja más prolongado, más importantes son los riesgos».
En relación con la política fiscal, el presidente del BCE confió en que los distintos estados continúen reduciendo sus déficit, desde el 3% previsto para este año al 2,5%. Draghi ha hecho un llamamamiento a que los distintos estados «no deben cesar» en los procesos de consolidación fiscal y cumplir sus compromisos con el Pacto de Estabilidad y Crecimiento.