Las sociedades de garantía recíproca renuevan su imagen dentro de su estrategia de alineamiento, siendo unidad de acción y tonos cálidos algunas de las ideas de fuerza transmitidas en el nuevo logo corporativo de la Confederación Española de Sociedades de Garantía Recíproca (SGR-CESGAR). En su última Junta Directiva ha aprobado la evolución de su imagen corporativa, que tendrá traslado a una nueva página web y a las redes sociales de la institución.
La nueva composición muestra los nuevos aires que pretenden difundir sus órganos directivos, recientemente aprobaba un Plan Estratégico para las SGR, por el que se contempla mayor integración de las 22 sociedades de garantía recíproca que operan en España.
Se trata de una acción coordinada que pretende que el sector, el cual en el último ejercicio inyectó financiación a más de 16.000 compañías y autónomos de toda España, pueda apoyar a 25.000 pymes más en 2015 y 2016.
José Rolando Álvarez, presidente de SGR-Cesgar, mostraba la nueva imagen e incidía en que “podemos avalar muchas más operaciones de las que apoyamos actualmente, porque tenemos solvencia para hacerlo y trabajamos muy pegados al terreno. Nuestro objetivo es estar atentos a las necesidades de las pymes, y por ello contamos con técnicos y directivos que de verdad pulsan el día a día de las empresas”.
Son muchas las ventajas que aporta el sistema de garantías a las pymes en España. Las sociedades de garantía recíproca permiten reducir el coste en la financiación de proyectos, minimizar el riesgo de los financiadores y maximizar la eficiencia de las ayudas públicas, así el respaldo de la Compañía Española del Reafianzamiento (CERSA), dependiente del Ministerio de Industria, Energía y Turismo hace que cada euro de inversión pública se multiplique por casi 40 euros de financiación a empresas y autónomos.
Hasta hoy, el sistema español de garantías ha respaldado a más de 115.000 empresas y ha formalizado avales por más de 26.000 millones, que han permitido una inversión inducida de casi 35.000 millones.
Gracias a las SGR, las pequeñas y medianas compañías y los autónomos pueden obtener créditos en condiciones de mercado, pero a más largo plazo, dado que apenas uno de cada veinte concedidos se amortiza en menos de tres años. Por otro lado, siete de cada diez operaciones se financian a más de ocho años, una circunstancia ventajosa especialmente para las empresas más pequeñas.
Odina Sanz Barnola