El bubble waflle es el dulce más popular en Hong Kong. Se trata de gofres con burbujas, en forma de cono, rellenos de helados y toppings.
Por otro lado, los ice rolls vienen de Tailandia y son novedosos rollos de helado a la plancha, elaborados a través de láminas de acero que congelan. Estos helados se cubren con cremas, frutas, galletas, chispas e infinidad de toppings.
Gracias a LLOOLY, estos dulces llegaron a España mediante fórmulas secretas y únicas con ingredientes frescos, naturales y de alta calidad. La empresa hace posible la oportunidad de abrir una franquicia de forma fácil.
Un negocio rentable
Las franquicias rentables son infalibles y cómodas. No hay que inventar algo, solamente hay que seguir una serie de lineamientos establecidos por la marca, que ya tiene un formato de triunfo asegurado con experiencia en valor añadido y demostrado en sus cifras. No cualquier franquicia llega a la cima, pero las productivas son aquellas que pueden señalar su rendimiento a través de números y de su fácil gestión.
Adicionalmente, existe el beneficio de poder ser autónomos, respecto a todo lo que no forme parte de la construcción de la marca, es decir, que es diferente a ser accionistas de un negocio con trayectoria. En primer lugar, se compra esa trayectoria y, en segundo lugar, el comprador será dueño y señor de su local, aunque no de las recetas o nombres de los productos, porque eso ya viene hecho y es el motivo del éxito.
En este caso, las heladerías LLOOLY gozan de una amplia gama de productos que pueden ser consumidos durante todo el año y en cualquier momento del día, sin ser monotemáticos.
Conseguir la licencia y abrir una franquicia
LLOOLY es una marca innovadora con franquicias de baja inversión y muy alta rentabilidad, por sus postres irresistibles y la liberación del pago de cánones y royalties. En su web, se pueden conocer todas las grandes ventajas de obtener uno de estos comercios, las características y los requerimientos.
Es estupendo e irrefutable lo que representa tener un negocio de renombre sin tener que ocupar tiempo ideando la marca, la simbología, la esencia y alma propia de la empresa, porque esto ya fue creado por alguien que desea expandir la calidad de su servicio, a través del mundo entero de ser posible. Un buen ejemplo de lo que significa ganar y tener éxito lo ha lanzado LLOOLY con su negocio de bubble waflle y ice rolls.