La moda de ver varios capítulos seguidos de una serie se ha convertido ya para muchos telespectadores en una adicción con secuelas en su vida familiar y laboral y hasta en su higiene, y para la que los expertos ya han encontrado definición en inglés, ‘binge-viewing’ o ‘binge-watching’, que podría traducirse como ‘atracón de visionado’.
Revela detalles de este ‘virus’ catódico un estudio de la consultora estadounidense Miner & Co. Studio, titulado ‘Can’t stop, won’t stop: binge-viewing is our new favorite addiction’ (‘No puedo parar, no quiero parar: el atracón es nuestra adicción favorita’).
El estudio, recogido por Servimedia, considera ingesta adictiva de series el visionado de corrido de al menos tres episodios, e incluye una encuesta que refleja que siete de cada televidentes estadounidenses se confiesan ‘binge-viewers’ y reconocen que se trata de una forma «adictiva» de ocio.
El 17% de estos espectadores practican esta actividad a diario, el 63% al menos una vez a la semana y el 90% al menos una vez al mes. Los jóvenes de entre 20 y 30 años son los más ‘serieadictos’.
Son personas que se muestran dos veces más propensas a saltarse la ducha que los que no están enganchados a ver así la televisión, el 18% admite que presta menos atención a otros terrenos de su vida por culpa del ‘binge-viewing’ y casi uno de cada tres (27%) se lamenta de verse ahora más perezoso.
DESCONSUELO POR EL ‘THE END’
Los serieadictos tienen tres veces más querencia a encargar comida por teléfono que a cocinar y también a saltarse comidas, y más del doble confiensa que se le han pegado las sábanas a la mañana siguiente.
Menos ganas de disfrutar otras formas de entretenimiento y sensación de desconsuelo cuando acaba la serie son otros efectos del virus.
Aunque la ‘dolencia’ se ha expandido a raíz del éxito planetario de dramas como ‘Breaking bad’, ‘House of cards’ o ‘Walking dead’, el estudio pone de relieve que cada vez hay más adictos a las series de comedia.
Otra conclusión del trabajo de Miner & Co Studio es que las series han aumentado la disponibilidad de los espectadores a abonarse a plataformas de pago para tener la posibilidad de ver varios capítulos de una tacada sin tener que esperar al pase semanal de las cadenas en abierto. Y en contra de lo que pudiera pensarse, los serieadictos soportan mejor las interrupciones publicitarias que el resto de telespectadores.