La tarifa plana para autónomos ha sido una medida aplaudida por el sector, pero existe un colectivo al que no se le aplica: los autónomos administradores. Desde Ad&Law, firma especializada en asesoramiento fiscal, han detectado que esta exclusión supone que este tipo de autónomos pague 2.600 euros más al año en impuestos. Consideran que el Gobierno debería solucionar este problema y tener en cuenta las sentencias judiciales en las que se ha aceptado que este colectivo puede acogerse a la ley de apoyo a los emprendedores.
Según Ad&Law, «la tarifa plana no es la única barrera a la que se enfrentan los autónomos administradores. Un año después de aprobarse esta medida el Gobierno decidió incrementarles un 20% la cuota mensual hasta alcanzar los 319,15 euros, frente a la cuota del resto de autónomos freelance o profesionales liberales, que es de 267,03 euros». Los autónomos administradores o societarios pagan unos 3.800 euros al año, frente a los 1.200 euros que abonan los autónomos que se benefician de la ayuda estatal.
Esta exclusión ha sido rechazada por la justicia. En distintas sentencias se ha aceptado que la ley de apoyo a los emprendedores define la figura del emprendedor independientemente de su condición de persona física o jurídica, por lo que se reconoce a los autónomos administradores el derecho a acogerse a la tarifa plana. Sin embargo, la Seguridad Social ha ignorado, de momento, estas resoluciones y continúa denegando la prestación a los autónomos administradores o societarios que la solicitan.
España cuenta con 3.209.379 autónomos, según datos oficiales del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, lo que los convierte en uno de los motores clave de la economía española. Pero “la administración continúa poniendo demasiadas trabas a un colectivo que necesita más flexibilidad durante los primeros años de vida de su negocio”, señalan desde la firma.
El sistema español, pese a sus avances, cuenta con muy poca flexibilidad no solo para los autónomos administradores, sino para todas las modalidades de trabajadores por cuenta propia. Se ven obligados a pagar una cuota a la Seguridad Social muy alta. Da igual que se haya facturado 5.000 euros o 100 euros: los trabajadores deben desembolsar su cuota, hayan ingresado o no. Además, tienen que presentar su declaración trimestral de IVA e IRPF independientemente de si han cobrado o no las facturas.