Hoy en día, el sistema educativo de Reino Unido, ha ganado mucha popularidad entre los padres españoles, gracias a las numerosas ventajas que ofrece este modelo de educación en la formación de los niños, y ya son muchos los que han optado por inscribirles en un colegio británico Madrid.
Uno de ellos es el colegio Montessori School La Florida, un centro internacional británico que ofrece un programa educativo que cumple con los estándares de calidad del sistema educativo de Reino Unido, adaptados al contexto de un centro internacional en España.
Potenciar las habilidades a través de la práctica
La educación en Reino Unido está focalizada en proporcionar a cada estudiante las herramientas que necesita para desarrollar al máximo sus habilidades y enriquecer su aprendizaje, concediéndole la libertad de dar rienda suelta a su creatividad sin dejar de lado el apoyo constante para que el alumno dé lo mejor de sí mismo.
Una de las principales características de los centros educativos británicos es su énfasis en la preparación del alumno a través de la práctica en lugar de la memorización de datos. Si bien la teoría está presente en su educación, las actividades prácticas son las más útiles para el desarrollo del niño. Esto le diferencia del sistema educativo español.
El programa académico de los A-Levels es un bachillerato totalmente convalidable y uno de los más reconocidos internacionalmente, al especializar al alumno en diversas materias.
Por otro lado, los centros educativos británicos, al igual que algunos españoles, también apuestan por la evaluación continua, no en centrar las calificaciones en exámenes finales. Sin embargo, en Reino Unido se valora el esfuerzo y la constancia del estudiante, ambos posibles gracias a la motivación y al refuerzo positivo, un factor indispensable para los profesores.
Uno de los sistemas educativos más prestigiosos
La educación británica se caracteriza por su exigencia académica y la diversificación por niveles. Los alumnos, para poder pasar a la secundaria, deben presentar un examen de admisión, control que no existe en España. Además, su estructura académica se divide en educación primaria, secundaria, A-levels y profesional o universitaria, individualizando y personalizando el proceso de enseñanza, adaptándolo a las capacidades de cada estudiante.
Asimismo, el trabajo en equipo también está muy presente durante el proceso educativo del alumno, ya que se considera una pieza indispensable para resolver problemas en conjunto y conociendo maneras de estudio y trabajo diferentes. Esto ayuda a los niños a prepararse para un campo laboral en el que tendrán que compartir y distribuir tareas y responsabilidades con otras personas.
Otro factor al que la educación británica le saca el mayor provecho es el trabajo por objetivos. Para los alumnos, este tipo de enfoque les permite ser conscientes del esfuerzo que suponen los pequeños logros y de la necesidad de seguir avanzando para alcanzar la meta final. Además, la educación no es estandarizada, sino personalizada, lo cual facilita al estudiante el desarrollo de habilidades personales mediante un conocimiento básico a lo largo de cada nivel educativo.
Todas estas características han logrado que el sistema educativo británico sea uno de los de mayor prestigio, creando caminos personalizados para cada alumno, aprovechando al máximo el desarrollo de sus destrezas y optimizando su capacidad de crear su propio futuro.