Los empresarios rechazan la socialdemocracia como fórmula de Gobierno

José Luis Bonet, presidente de la Cámara de Comercio de España, pide soluciones políticas «en coherencia con los fundamentos de nuestra economía».

La economía y el progreso de España vuelven a pender de un hilo. La mejora de dos décimas, hasta el 2,7 por ciento, en las previsiones de crecimiento para nuestro país anunciadas a principios de esta semana por el FMI (Fondo Monetario Internacional) no ha servido para silenciar la gran preocupación que, algunos entre líneas y otros de forma manifiesta, existe entre la clase empresarial.

Entre las voces que -si bien hace unos meses se mantenían a tono-, ahora empiezan a levantarse llama la atención la del presidente de la Cámara de Comercio de España. Bajo su cariz conciliador, José Luis Bonet, en una entrevista concedida al programa Al Cierre en Gestiona Radio, se ha mostrado más que crítico «lo que si defenderemos siempre es que la actuación política tiene que adaptarse a los fundamentos del sistema que tenemos, la economía social de mercado, consagrada en la Constitución del 78 y que ha permitido que este país de un salto absolutamente extraordinario en los últimos 40 años»

De derrumbarse los pilares económicos instaurados al compás de la democracia se paralizaría, además, toda posibilidad de progreso en los próximos 10 años y, pese a que desde la entidad cameral aceptarán «cualquier solución de consenso que permita la estabilidad política y social que necesita la empresa para trabajar», Bonet deja clara su posición frente a un posible Gobierno que tenga como paradigma la socialdemocracia «no veo en el mundo un sistema alternativo serio».

La reacción de CEOE (Confederación Española de Organizaciones Empresariales) tampoco se ha hecho esperar. Tras los acercamientos de esta semana entre PSOE y Podemos, ayer mismo la Junta Directiva de la organización que preside Juan Rosell emitía un comunicado en el que hacía un «llamamiento a la responsabilidad» política para que desde la «determinación y la valentía» constituyan un Gobierno estable capaz de «afrontar los nuevos retos que se presenten con el fin de apuntalar la recuperación económica y consolidar la creación de empleo» y de  generar «un clima de estabilidad institucional que genere confianza en los ciudadanos y las empresas».

Pocos minutos después de emitir el comunicado Rosell, en verbo y voz, comparecía ante los medios  para explicar que «interesaría, desde el punto de vista de los empresarios -de todo tipo de empresarios, pequeños medianos, grandes, autónomos- que la política no interfiriera en esta situación económica tan favorable». Aunque eso sí tras la de cal viene la de arena y afirmaba que «hay que dejar a los políticos hacer su trabajo, hay que tener un  poquito de tranquilidad, un poquito de calma».

Más claro ha sido el presidente del Círculo de Empresarios, Javier Vega de Seoane, que en sendas declaraciones a medios de comunicación afirmaba que “a los empresarios nos inquietaría que gobernara Podemos”. Ahora bien, el presidente del Círculo también se muestra reticente ante la posibilidad de una gran coalición PP – PSOE y C’s (Ciudadanos) ya que considera «puede fracasar» dada la compleja situación internacional así como por los compromisos que se han adquirido con Europa en materia de equilibrio presupuestario. En la misma línea que sus homólogos de la Cámara de España y de CEOE pide a los políticos que «se pongan de acuerdo: ese es el mandato que tienen y lo que conviene al país».

Avanzar en las reformas

Estabilidad política no es lo único que necesitará España para continuar con la progresión de la economía española y consolidar los resultados del esfuerzo que, tanto Ejecutivo como los ciudadanos de a pié, han hecho durante los últimos cuatro años.

Sea cual sea el Gobierno que tome las riendas deberá «seguir avanzando», afirmaba Bonet en Al Cierre. Apreciación con la que también coinciden desde la patronal de los empresarios «el país necesita un Gobierno que genere confianza, avance en las reformas emprendidas y acometa otras nuevas y necesarias, que promueva el cumplimiento de los objetivos de déficit público, la ejecución presupuestaria y controle el crecimiento de la deuda pública».

Pero además de la fiscalidad o lo que toca al modelo de financiación, dar continuidad al proceso reformista, pasa por introducir nuevas modificaciones a la reforma laboral del Partido Popular que «ha servido para salir de la crisis», afirman desde CEOE. No obstante, modificarla no quiere decir «tumbarla de facto» sino desarrollar «soluciones inmediatas vinculadas a la situación económica que generen certidumbre, confianza y doten de mayor flexibilidad al marco laboral para atraer, además, nuevas inversiones».