Los trabajadores españoles desearían disponer de la posibilidad de trabajar en remoto al menos 2,2 días a la semana, una cifra que supone el doble de tiempo del que las empresas se plantean, según refleja un estudio elaborado por el Instituto Ifo.
Según la encuesta, los trabajadores en España disponen de media de algo menos de un día a la semana de teletrabajo (0,9), en línea con el promedio de los 34 países analizados, aunque por debajo de los 2,2 días a la semana deseados por los empleados, mientras que las empresas se plantearían en promedio 1,1 días.
El estudio constata una mayor implantación del trabajo en remoto entre los países de la esfera anglosajona, ya que Canadá (1,7), Reino Unido (1,5), Estados Unidos (1,4) y Australia (1,3) ofrecen a los trabajadores el mayor número de días a la semana de trabajo en remoto.
Por el contrario, Corea del Sur (0,4), así como Japón y Grecia (ambos 0,5) son los países en los que los trabajadores disponen de menos días a la semana de la posibilidad de teletrabajar.
Entre las mayores economías de la zona euro al margen de España, la encuesta indica que los trabajadores en Alemania disponen de un día a la semana de trabajo en remoto, mientras que la media en Francia e Italia sería de 0,6 y 0,7 días semanales.
Las principales ventajas que observaron los empleados en relación con la posibilidad de trabajar desde casa destacan el tiempo y la rentabilidad, así como la flexibilidad, mientras que lo que más valoraban de trabajar en la oficina es la interacción con los compañeros, una mejor colaboración y una clara distinción entre el trabajo y la vida privada.
«Lo que estamos viendo es que los empleados realmente valoran la opción de trabajar desde casa. Sin embargo, existe una brecha entre la cantidad de días que a los empleados les gustaría trabajar desde casa y la cantidad que sus empleadores están planeando», dijo Mathias Dolls, director adjunto del Centro de Macroeconomía y Encuestas de Ifo.
En este sentido, el estudio constata la brecha entre los días de teletrabajo deseados por los empleados y los previstos por las empresas, ya que en los 34 países que forman parte de la encuesta los empleados deseaban disponer de un número de días de trabajo en remoto significativamente mayor que el manejado por las empresas.
A nivel global, a los empleados les gustaría teletrabajar un promedio de 2 días a la semana, mientras que los empleadores sólo planifican 1,1 días de trabajo en remoto a la semana.
A este respecto, el estudio apunta que las regulaciones que elevan los costes del teletrabajo, o restringen el conjunto de opciones del mismo, «limitan la capacidad de los mercados para satisfacer estas preferencias».