Los expertos cuestionan la viabilidad de una ‘rebaja fiscal’ que sólo se aplicará a los tipos máximos y mínimos

De llevarse a efecto deberían compensarse con más endeudamiento o subidas de otros impuestos 

La virtud está en el equilibrio, afirmación que no parecen tener en cuenta los partidos políticos en sus arengas pre-electorales, especialmente cuando se trata de hablar de lo que toca a los contribuyentes. Así el pasado sábado escuchábamos al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, prometer que de ganar las elecciones del próximo 20 de diciembre el Partido Popular rebajará en dos puntos los tipos máximos y mínimos del IRPF, hasta el 43 y el 17 por ciento respectivamente. Es decir, las rentas medias no se verán afectadas por las dádivas fiscales que permite la mejora de la economía.

Matiz que tendría sentido ya que precisamente, las intermedias, «son las dos rentas que más revertirían el ahorro fiscal en consumo», explica Kamal Romero, economista y profesor de Macroeconomía en la Universidad Francisco de Cisneros, lo que afectaría a la cesta de la recaudación minimizando, en parte, el impacto negativo de la medida.

Aún así  los expertos cuestionan la viabilidad de la propuesta que, de cara al cumplimiento de los objetivos de estabilidad presupuestaria que hemos adquirido con Bruselas «no es factible» sentencia Romero, quien explica que nivelar la pérdida de ingresos que se produciría de llevarse adelante la reforma pasaría bien por aumentar el endeudamiento de España bien por subir otros impuestos «previo pacto con Bruselas».

Una opinión similar comparte Ángel De la Fuente, presidente de Fedea (Fundación de Estudios de Economía Aplicada) «podría ser un poco peligroso», quien insiste en que la rebaja deberá «ir acompañada de otras propuestas que compensen los ingresos». En caso contrario «Bruselas protestará». No obstante, De la Fuente prefiere ser cauto y prefiere esperar a «conocer la totalidad de las propuestas fiscales que se recogen en el programa».

Más crítico se muestra el profesor de Economía Financiera en la Universidad San Pablo, CEU, Miguel Córdoba, que considera que el anuncio «tiene un claro componente electoral». Córdoba recuerda que a pesar de la mejora de la economía España continúa siendo «un país pobre», que necesita recuperar niveles en los que la industria supere 35 por ciento de peso sobre el PIB (actualmente 17 por ciento). Por otra parte, la recuperación tiene un claro componente coyuntural «estamos teniendo suerte por los factores externos» como la bajada del precio del petróleo y la fortaleza del dólar frente al euro.

Agujeros en tipos efectivos

Dos días después del anuncio del presidente, y además de volver a hacer gala de la promesa de rebajar el IRPF, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, anunciaba que otro de los pilares de las reformas «que tenemos que seguir haciendo», será mejorar el Impuesto de Sociedades (IS) para favorecer el crecimiento de las pymes y se practicará una «reforma global» del sistema tributario vía ingresos para sea «más eficaz», y permita incorporarse a más gente y así aumentar las bases imponibles.

También, en este sentido, los expertos se muestran expectantes. Ángel De la Fuente explica que el problema de España no sontanto los «tipos altos sino los agujeros que existen en los tipos efectivos». De hecho y a pesar de la unificación del IS al tipo único del 25 por ciento para 2016, desde la Agencia Tributaria calculan que las pequeñas y medianas empresas tributan a tipos efectivos del 20 – 22 por ciento mientras que las grandes empresas lo hacen en torno al 13 – 14 por ciento e incluso menos.

En este sentido Miguel Córdoba afirma que «mientras no se aproximen el tipo nominal y el efectivo hay poco que hacer», algo que tiene difícil solución por la existencia de «lobbies que no van a permitir que se les prive de ciertos privilegios fiscales».

Pensiones en riesgo

El estado de bienestar también corre riesgos de no ponderarse ingresos y gastos, «a medio plazo no es viable llevar adelante la reforma por la presión de los gastos, especialmente en pensiones», detalla De la Fuente.

Algo que también pone en valor el profesor Romero quien manifiesta que «mantener el estado de bienestar cuesta y en España los costes sociales son inmensos».

En este punto Miguel Córdoba se muestra escéptico con que las pérdidas se compensen con las entradas vía cotizaciones sociales por el crecimiento del empleo en dos millones de puestos de trabajo «es el cuento de la lechera». Para el economista el Gobierno no habría tenido en cuenta en sus cálculos el tipo de empleo «si no llegan al mínimo no cotizan», afirma.