Los fabricantes de vehículos cuestionan el alegato ambiental para el impuesto al diésel

La Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) mostró este viernes su disconformidad con el impuesto al diésel que baraja el Gobierno y pidió que se estudien medidas alternativas.

La patronal señala en un comunicado que el motivo medioambiental alegado para justificar la subida al diésel carece de solidez, porque los vehículos nuevos que emplean este combustible y que cumplen ya la normativa Euro 6, tienen muy poca diferencia en emisiones de NOx y partículas respecto a un vehículo gasolina y además tiene la ventaja de producir bajas emisiones.

Para Anfac, la mayor presión fiscal redundará en una reducción drástica de la cuota de mercado en España de vehículos diésel, cuando ya se está produciendo de forma natural en los últimos años. “Esto impacta de manera importante en las previsiones de producción de las fábricas españolas que no van a disponer de plazo razonable para adaptar su mix de fabricación”, señala la nota.

Además, alerta de que la previsible drástica reducción de cuota no va a suponer una mejora de la cuota de mercado de vehículo alternativo, que necesitan políticas específicas para incrementar su demanda que no tiene nada que ver con un aumento de la fiscalidad de los combustibles.

En cualquier caso, Anfac dice que debe tenerse muy presente el efecto muy negativo que tiene sobre el transporte de mercancías, especialmente sobre el transporte ligero si no puede acceder al gasóleo profesional con menor imposición.

“Es innegable decir que el sector ya soporta una fuerte presión fiscal. En 2017 las arcas públicas ingresaron del sector del automóvil 28.000 millones de euros en impuestos y tasas», sostienen los fabricantes. «El sector no está preparado para soportar 2.100 millones de euros adicionales. Esta presión fiscal puede suponer un freno a la renovación del parque con el consiguiente efecto negativo sobre el medioambiente y la seguridad vial”.

La patronal es partidaria de una nueva fiscalidad orientada al uso que contemple la unificación del impuesto de matriculación y del de circulación con un enfoque medioambiental integral y medidas que impulsen el achatarramiento.