El volumen de negocio de los establecimientos hoteleros se situó en 2020 en 4.000 millones de euros, un 76,8% por debajo de la cifra del ejercicio anterior, según el Observatorio Sectorial DBK de Informa (filial de CESCE), que asegura que los hoteleros confían en que el avance en los procesos de vacunación les ayude a recuperar a partir de mediados de año parte del negocio perdido el pasado año.
La actividad hotelera se vio en 2020 condicionada por los efectos de la pandemia de la Covid-19 y el estado de alarma declarado en España en el mes de marzo. El cierre de establecimientos, inicialmente obligado por las autoridades sanitarias, provocó un desplome de los ingresos en el primer semestre del año.
Posteriormente, las restricciones a la movilidad, los cierres perimetrales y de fronteras, junto con la incertidumbre y el miedo al contagio, motivaron una sensible contracción de la demanda turística nacional e internacional.
El número de viajeros alojados en establecimientos hoteleros disminuyó un 68,4% en 2020, pasando de los más de 100 millones alcanzados en los tres años anteriores hasta los 34 millones.
El número de pernoctaciones, por su parte, bajó a 92 millones de noches, un 73,3% menos, con una caída del 58% en el caso de los turistas españoles y del 82% en el de los extranjeros.
La facturación hotelera cayó hasta los 4.000 millones de euros de ingresos (1.600 millones de euros en establecimientos de ciudad y 2.400 millones de euros en los de playa) La caída fue del -73,3% en ciudad y del -78,7% en establecimientos vacacionales.
A pesar del efecto de los rebrotes en los primeros meses de 2021, del deterioro económico y el aumento del desempleo, los hoteleros prevén una progresiva mejora de las condiciones del mercado a partir de mediados de año, en consonancia con el avance del proceso de vacunación, y según vayan levantándose las restricciones a la movilidad, tanto a escala nacional como internacional.
Las cifras de la campaña veraniega, no obstante, quedarán todavía lejos de los niveles prepandemia. En julio de 2020 se encontraban abiertos unos 12.000 establecimientos, un 30% menos que un año antes.
Los efectos de la crisis sanitaria, las medidas adoptadas para su contención y el desplome de la demanda que ocasionaron, explican el cierre temporal de buena parte de la planta hotelera.
El negativo escenario descrito, que afecta de forma más acusada a los operadores pequeños e independientes, «estimulará el proceso de concentración sectorial», según los expertos.
Las cinco primeras cadenas reunieron en 2020 el 24% de la facturación total en España. Los diez primeros operadores, por su parte, alcanzaron una cuota conjunta del 39,5%, según datos del Observatorio Sectorial de DBK.