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Los inesperados ganadores de la capitulación de Grecia ante la zona del euro

La aparente capitulación del gobierno griego en las negociaciones por la deuda con sus socios de la zona del euro hace menos probable que Atenas se vea obligada a abandonar la moneda común. Los verdaderos ganadores, sin embargo, son los gobiernos europeos que han mantenido los recortes del gasto a pesar de la creciente oposición interna. No tienen que temer que un rebelde exitoso dé argumentos a sus oponentes.

Con o sin razón, los interlocutores de Grecia presentaron un frente unido al negarse a ceder a las exigencias griegas durante las conversaciones y constituyeron un bloque de 18 miembros de la zona del euro aliados contra uno. Con o sin razón, Alemania se mostró indiferente a si Grecia permanecía o no en la zona del euro, dispuesta a admitir una salida de Grecia en lugar de a rendirse al nuevo gobierno que encabeza Syriza. También con o sin razón, es probable que todo cambio que haga Grecia a sus compromisos existentes deba ser neutro en términos fiscales, dado que el gobierno tiene que mostrar con exactitud cómo planea cumplir con lo prometido. Las medidas que no puedan cuantificarse, tales como prometer una excelente recaudación de impuestos, no serán aceptadas.

Dilución de promesas electorales

Grecia ha diluido por lo menos cinco de sus promesas electorales clave ante una implacable oposición encabezada por Alemania. No hay una extensión del cronograma de reembolso de deuda del país; Grecia sigue en manos de la troika, por más que sus guardianes ahora tengan otro nombre (ahora se los llama las “instituciones”); no hay una reversión de las reformas económicas del gobierno anterior; el dinero asignado al sistema bancario local no se destinará a aliviar las penurias económicas; y se ha admitido la necesidad de obtener un superávit presupuestario sensato.

Dada su estrategia electoral, a Syriza esas concesiones podrían costarle caras en el plano interno. Pero son muy útiles si, por ejemplo, se es el primer ministro español Mariano Rajoy y se enfrenta una elección a fin de año. El Partido Popular de Rajoy tiene una intención de voto de alrededor de 30 por ciento en las últimas encuestas de opinión, mientras que Podemos, que se opone a la austeridad, cuenta con el 26 por ciento. Otras encuestas recientes han indicado que Podemos ocupa el primer lugar.

Si Grecia hubiera podido arrancar concesiones a sus pares de la zona del euro, los partidos opositores de otros países –en Portugal también hay elecciones este año, Irlanda irá a las urnas el año próximo, mientras que las coaliciones de Italia se caracterizan por su inestabilidad- podrían haberlo usado como prueba de que el abandono de la austeridad es una estrategia económica aceptable en la zona del euro. En lugar de ello, Alemania ha mostrado a los votantes de todo el continente –una vez más, con o sin razón- que la zona del euro no aceptará todos los puntos de vista económicos.

BLOOMBERG

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