El encarecimiento de los productos básicos en España ha producido el incremento de la contratación de microcréditos o créditos de concesión rápida.
Esta modalidad de préstamo sigue impactando negativamente a muchos consumidores, pues las condiciones con la que son suscritos no resultan nada económicas.
En la actualidad, el microcrédito funciona como una alternativa al crédito de consumo tradicional, con la peculiaridad de que se tratan de cantidades más reducidas, que suelen ir desde los 100 a los 800 €.
Para las abogadas Carolina García y Estela Royo Abogados, equipo de trabajo experto en derecho financiero, lo peligroso de este tipo de créditos son los altos intereses y comisiones a los que se ven expuestos los clientes al firmar un contrato generalmente a través de internet, de manera rápida y cuyas condiciones no son siempre muy transparentes.
¿Cuáles son las principales desventajas de los microcréditos?
Los microcréditos, al ser ofertados por entidades independientes que no siempre se encuentran ligadas al Banco de España, cuentan con unas tasas de interés que pueden llegar a unos porcentajes mucho más elevados que los de entidades financieras tradicionales. Existen casos donde la TAE alcanza hasta un 5.000%, superando con creces el valor solicitado por el deudor. Estos créditos también cargan con grandes comisiones a sus clientes cuando se encuentran en una situación de impago, lo que aumenta hasta tres veces la cantidad de dinero desembolsada.
Para el cliente es además insostenible controlar el crédito con este tipo de condiciones, las cuales, en algunos casos, transforman un préstamo pequeño en una deuda infinita y usurera. Afortunadamente, la legislación actual protege al consumidor de este tipo de abusos con un sistema completo de reclamaciones, sobre todo, si se han sentido engañados por una entidad financiera que, en un principio, les facilitó la aprobación de un crédito de mínima cuantía.
La importancia de asesorarse con un profesional
Los juzgados de primera instancia y las audiencias provinciales, encargadas de resolver este tipo de casos por usura y falta de transparencia en la contratación, reconocen que una entidad financiera no puede realizar cobros de intereses con un valor superior al establecido por el doble del interés medio de los créditos al consumo. Cuando esto ocurre, es obligación de la entidad financiera liquidar el contrato y devolver al cliente el exceso que supere de la cantidad prestada. Para realizar una reclamación sobre los intereses usurarios o ilegales de un microcrédito, hay que presentar un escrito de reclamación al servicio al cliente del banco o entidad financiera, solicitando la nulidad de los intereses por usura.
Este trámite debe realizarse con total conciencia sobre la normativa correspondiente, por lo que Estela Royo Abogados recomienda asesorarse con un profesional experto en derecho bancario. Su equipo de abogados estudia y asesora de manera gratuita cada uno de los casos y reclama los intereses usurarios sobre cualquier tipo de deuda, de manera que el consumidor solo tenga que pagar por la cantidad de dinero prestada y no por los intereses usurarios o abusivos generados por cláusulas poco transparentes en el contrato de préstamo. Con este servicio, Estela Royo Abogados espera que cada vez más personas puedan controlar sus deudas y recibir un trato digno frente a una situación de cobro completamente injusta, derivada de una línea de crédito que no representa una ayuda financiera a los consumidores, como lo es el microcrédito.