Los Angeles Lakers se han situado a un paso de conquistar el anillo de la NBA tras sumar una trabajada victoria frente a Miami Heat (102-96) en el cuarto capítulo de las Finales de Orlando, que los californianos dominan por 3-1.
Después de encajar su primera derrota en la eliminatoria, los Lakers querían dar un golpe encima de la mesa y lo consiguieron principalmente a través de su gran trabajo defensivo, que dejó a Miami en un 42 por ciento de acierto en tiros de campo.
Tras abandonar el tercer partido antes de tiempo y visiblemente enfadado, LeBron James volvió a la carga y se erigió en el mejor de la noche rozando el ‘triple-doble’ (28 puntos, 12 rebotes y 8 asistencias) y ayudado por Anthony Davis (22), que intimidó en el juego interior como acostumbra.
Sin embargo, fue Kentavious Caldwell-Pope el héroe inesperado de la noche. El base, autor de 15 puntos, consiguió los cinco puntos decisivos, un triple y una penetración, que liquidaron la esperanza de Miami en las últimas jugadas.
En cuanto al equipo de Florida, volvió a jugar sin el lesionado Goradn Dragic, aunque se reforzó con la vuelta de Bam Adebayo (15). Jimmy Butler volvió a rozar el ‘triple-doble’ (22, 10 rebotes y 9 asistencias), pero estuvo mejor defendido tras su espectacular actuación anterior y no tuvo tanta puntería (8/17 en tiros).
Tyler Herro (21) y Duncan Robinson (17) también lo intentaron ante un rival que, en un partido tan igualado, también aprovechó su mayor profundidad de banquillo (27-13 en anotación de suplentes). El quinto capítulo de las Finales se disputará en la madrugada del viernes al sábado (3.00 horas), cuando los Lakers tendrán su primera oportunidad de igualar los 17 títulos de Boston Celtics.