El precio de los libros de texto se ha incrementado un 1,1% este curso, según un informe de la Asociación Nacional de Editores de Libros y material de Enseñanza (Anele).
El año pasado, el gasto medio por estudiante fue de 99,68 euros y, en el que comienza ahora en septiembre, el gasto podría superar los cien euros si se mantienen las compras, aunque esto es imprevisible ante la posibilidad de que muchas familias opten por heredar o tomar prestados los libros de texto o, simplemente, no comprarlos.
Quienes más suelen gastar en libros de texto son los escolares de educación primaria, que, según datos del curso pasado, rondan los 120 euros en total. En cambio, en Formación Profesional apenas invierten unos 20 euros por curso en los libros.
Aunque este curso se encarecen los libros de texto, lo cierto es que en la última década ha ido bajando el precio progresivamente. El gasto medio en 2011 era de 111,12 euros, alrededor de diez euros por encima que ahora.
No obstante, los editores señalaron que para analizar el gasto medio por alumno y el esfuerzo que las familias han de hacer para la adquisición de libros de texto, hay que considerar que en los últimos años se han generalizado los sistemas de ayudas para los libros de texto por sistemas de préstamo y bancos de libros, universal o por nivel de renta.
En el curso 2019-2020, la facturación en libros de texto (en papel y digital) fue de 819,84 millones de euros. La renovación parcial e irregular de los libros educativos en algunos niveles de enseñanza y en algunas comunidades autónomas permitió un ligero repunte de las ventas en 2019 del 3,3%.
Para el curso que ahora comienza, las editoriales han puesto a disposición de la comunidad educativa un catálogo que alcanza los 55.876 títulos. Hay 32.472 títulos en soporte papel en todas las lenguas oficiales, de los que 11.461 corresponden a libros del alumno.
En cuanto a la oferta de proyectos editoriales digitales, ha continuado creciendo hasta alcanzar 23.404 títulos. De hecho, las previsiones de los editores apuntan a que el uso de las nuevas tecnologías y el acceso a los contenidos digitales a través de las plataformas de las editoriales se incrementarán en un 50%.
“La educación presencial en nuestro tiempo está enormemente vinculada al uso de las nuevas tecnologías. No es posible el desarrollo de los proyectos educativos sin un buen acceso en línea a fuentes de calidad que proporcionen documentación rigurosa y contrastada”, destacaron desde Anele.
Por todo ello, los editores consideran que el libro de texto y el acceso a fuentes seguras y ordenadas de documentación son los “instrumentos más adecuados y más baratos para superar la brecha de calidad en el uso de los recursos digitales para la educación, sin olvidar la aportación de las editoriales a la formación del profesorado”.