Los microcréditos como solución a los gastos no previstos

Uno de los últimos estudios lanzados por Funcas revela que 4 de cada 10 españoles no puede hacer frente económicamente a los imprevistos que se le presentan. Una situación que no es solamente exclusiva de España, sino que también se da en otros países de su entorno, como Reino Unido, Grecia o Italia. Algo que no se da en países donde son más planificados como los germanos o las regiones del Norte de Europa, como Luxemburgo. Se conoce como imprevisto aquel gasto que no se ha calculado dentro de un presupuesto, un gasto extra con el que no se contaba y que puede echar a perder un maravilloso plan ya preparado.

¿Qué pasa cuando se necesita “cash” de manera inmediata cuando uno de estos gastos no esperados hace acto de presencia? Hay varias opciones, la primera de ellas es pensar quien nos puede prestar ese dinero, lo primero que viene a la mente es un familiar. Pero no siempre tienen el dinero disponible para ese preciso instante. Aquí es cuando hay que barajar más opciones para poder tener el dinero listo.

No hablamos de grandes cantidades, ni de grandes préstamos, hablamos de microfinanzas. Podemos decir en palabras simples que son finanzas para andar por casa, más domésticas, se trata de los micropréstamos. Éstos dan la oportunidad de tener en pocas horas o minutos el dinero que necesitas, como es el caso de esta web, donde te transfieren a tu cuenta bancaria la cantidad fijada en sólo 15 minutos. Dinero fácil, sin explicaciones y con comodidad porque se hace a través de la red. Es el caso de Inés, una estudiante de enfermería que tenía que pagar su matrícula en la universidad de manera inmediata, nadie podía prestarla en dinero y tampoco pensaba ir a su banco a pedir una cantidad que no sobrepasaba los 700 euros. “Me daba incluso algo de vergüenza ir a pedir esa cantidad que para una entidad puede resultar irrisoria”, nos decía la futura enfermera. De la misma opinión es César, recién licenciado y con su primer trabajo, necesitaba ir al dentista de manera urgente y decidió pedir un de estos “minipréstamos”. “Lo hice por internet, seleccioné la cantidad y el plazo de pago, te evalúan los datos en unos minutos y ya está, ya disponía del dinero”, cuenta. Unos pequeños préstamos que pueden pedirse en más ocasiones si fuera necesario, aunque eso sí, una vez que hayas pagado el que ya tienes. Normalmente en estas plataformas de microcréditos la confianza en el cliente aumenta si se pagan los plazos asumidos de manera puntual, incluso es posible que la próxima vez la cifra pueda ser algo mayor que la vez anterior.

Pequeñas finanzas que no comprometen demasiado la economía doméstica ya que no es necesario calcular el TAE, como hacen los bancos tradicionales cuando te abren el grifo del crédito. Además, es una manera positiva de poner en marcha los deseos que últimamente tienen desde organismo como el Banco de España o la CNMV con respecto a la educación financiera, en la que los jóvenes españoles suspenden por falta de práctica. Se adquiere un compromiso con un tercero que te deja dinero para hacer frente a un gasto extraordinario y al que se lo tienes que devolver de manera puntual, aprendiendo qué es un microcrédito, cómo se busca y qué son los intereses que hay que pagar por esta prestación. Esto hará que los clientes de mañana de una entidad tradicional, como pueden ser el Banco Popular o el BBVA, sean mucho más responsable con sus deberes y conozca mejor sus derechos.