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Los niños son los más perjudicados por la crisis en España

Los datos de la organización Save The Children  indican que España está entre los países de la Unión Europea con más desigualdad y, de hecho, las personas más ricas ganan siete veces más que las más pobres, cuando la media europea es de 5,2 veces.

Asimismo, recuerda que en las sociedades más desiguales el éxito de los niños está condicionado por la herencia económica y social de los padres. «En España, un niño que nace en un hogar pobre está condenado de por vida a serlo. El Estado no permite que los niños tengan las mismas oportunidades, al contrario, les pone zancadillas a los que peor están. Ni las políticas públicas de protección social ni el sistema fiscal están diseñados para reducir la desigualdad y acabar con la pobreza», afirma Andrés Conde, director general de Save the Children.

Según Save the Children, aunque una de las funciones del sistema tributario es redistribuir la riqueza, en España los impuestos tienen limitaciones para reducir la desigualdad porque proporcionalmente gravan más a las personas más pobres en relación con las más ricas. «La población más pobre dedica un 28,2% de sus ingresos a pagar impuestos, solo el 10% más rico paga más, el resto de la población paga proporcionalmente menos», asegura la ONG.

Además, denuncia que tampoco el sistema educativo es capaz de recudir las desigualdades, puesto que pese a que la escolarización es universal, la financiación y calidad de los servicios educativos favorecen más a unos alumnos que a otros y «la consecuencia es que casi la mitad de los niños de familias más pobres, el 43%, acaba abandonando prematuramente sus estudios».

El documento relata que la desigualdad está también directamente ligada con el empleo. El trabajo de los padres juega un papel fundamental en el desarrollo de los niños y es la principal fuente de ingresos, especialmente en el caso de las rentas más bajas, que son más vulnerables al desempleo y la precarización.

EMPLEO

En este sentido, apunta que la destrucción de empleo durante la crisis ha afectado de forma desproporcionada a las familias más pobres y con hijos y añade que España es el país donde más ha aumentado durante la crisis el número de niños que viven en hogares donde nadie trabaja, hasta llegar a los 800.000 menores. «Pero tener un trabajo tampoco es una garantía para salir de la pobreza: la tasa de hogares pobres con hijos en los que algún miembro trabaja en España es de las más altas de Europa», afirma Save the Childre.

Apenas el 33,6% de los niños pobres tienen acceso a la única prestación dirigida a mejorar su situación. Las familias más pobres destinan la mayoría de sus recursos a los gastos de la vivienda, pero la renta de los hogares más desfavorecidos ha caído a un ritmo mucho mayor que los alquileres o las hipotecas y gastos como la luz o el gas han subido considerablemente.

La organización destaca que en España la mitad de los niños más pobres viven en hogares que destinan más del 40% de sus recursos a los gastos del hogar. Lo que les queda mensualmente a las familias más pobres por hijo, descontando los gastos de la casa, ha pasado de 233 euros en 2008 a 130 en 2015.

Uno de los gastos de la casa que las familias con menos recursos se ven obligadas a recortar son los energéticos, que además durante la crisis «han aumentado un 70% y que impiden a casi uno de cada tres hogares con hijos mantener la casa a una temperatura adecuada».

La directora de Sensibilización y Políticas de Infancia, Ana Sastre, señaló que el informe se centra en cinco dimensiones, «el empleo, la protección social, la vivienda, la sanidad y la educación».

Sastre también indicó que esta desigualdad también tiene efecto en la salud de los niños, ya que «un 33% de los más pobres sufren obesidad infantil» por una mala alimentación, en cambio el porcentaje de niños ricos con obesidad es del 23%.

Para invertir esta tendencia, Save the Children exige como medida más urgente que se mejore la prestación actual por hijo a cargo, hasta los cien euros mensuales; políticas y planes públicos de fomento al alquiler de forma equitativa; que se proteja por ley a las familias con niños frente a los desahucios; políticas de prevención y promoción de la salud infantil, que cubran por completo el coste de prótesis, audífonos y gafas para niños en el Sistema Nacional de Salud, o que se proteja a los niños que viven en hogares donde todos sus miembros están en paro a través de, por ejemplo, una prestación por maternidad no contributiva.

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