Los principales dirigentes de Orange, Telefónica y Deutsche Telekom (DT) han reclamado este lunes en el evento inaugural del Mobile World Congress una regulación «clara» a nivel europeo y que las grandes tecnológicas reciban un trato equivalente al que ellos reciben a nivel regulatorio.
El consejero delegado de DT, Timotheus Höttges, ha sido el más vehemente al asegurar que empresas como Microsoft deberían ser tratadas a todos los niveles como proveedores de conectividad.
«Está China con unas reglas muy claras y está Europa con 27 reglas, sin una regla clara ‘antitrust’, ni una regla clara sobre privacidad. Tienen que despertar (los políticos) y cambiar esto», ha lamentado el directivo alemán.
Asimismo, ha señalado que Europa corre el riesgo de «quedarse atrás» y ha señalado que el futuro del sector pasa por que las operadoras de telecomunicaciones innoven y se conviertan en grandes plataformas que brinden múltiples servicios de conectividad.
En la misma línea se ha manifestado el presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, que ha señalado que no se puede regular el mundo digital con reglas del siglo XIX y que las ‘telecos’ ya no compiten solo con operadores, sino con «todo un nuevo mundo de jugadores», una competición que la pandemia ha abierto más.
El presidente del grupo español ha señalado también la importancia de proteger los datos del usuario y de que estos no puedan ser expropiados sin consentimiento del ciudadano. Asimismo, ha asegurado que las empresas cuyo negocio se basa en el uso de estos datos «deberían pagar por ellos».
Por su parte, el consejero delegado de Orange, Stéphane Richard, destacó previamente en su primera intervención la necesidad de un nuevo modelo de gobernanza sobre los datos, que garantice que otros negocios y los ciudadanos se beneficien de su uso y no solo «un par de grandes compañías».
Igualmente, ha remarcado que los fondos de recuperación europeos son una gran oportunidad, pero deben ser utilizados de «forma inteligente». Richard ha señalado que la ciberseguridad es otro de los campos que supondrán un reto a futuro para las empresas del sector, así como un nuevo vector de negocio.
En esta línea, ha recalcado, en su rol como presidente de la GSMA, organizadora del evento, la importancia de cerrar la brecha digital y llevar conexión e Internet a las personas del mundo que aún no lo tienen.
Por su parte, el consejero delegado de DT, Timotheus Höttges, ha señalado que en 2030, aunque algunos de los operadores actuales «no estén en la carretera», «está claro» que el mobile y lo digital estarán en el centro de las vidas de las personas.
En esta línea, ha vaticinado la importancia de digitalizar cuanto antes las redes y de apostar por la compartimentación de las mismas para crear servicios más personalizados para los clientes.
El consejero de DT también ha subrayado que la conectividad será un derecho humano para 2030, así como un bien global que estará «en todos lados como el oxígeno».
Höttges ha remarcado que el negocio tradicional de voz, datos y conexión de las telecomunicaciones perderá peso en el futuro a favor de los servicios como conexiones premium, la ciberseguridad y el Internet de las cosas.