Toledo se cuela en Ikea

Un emprendedor, con ganas de llegar lejos y rodeado de los suyos crea una empresa, un negocio que año a año va creciendo hasta que tienes alrededor de 500 empleados y estás presente en más de 40 países. Este ejemplo se llama Tello, dedicada a la industria cárnica.

Sus codillos precocinados en las cocinas de Ikea
Fundada en 1948 por Eusebio Tello, la empresa posee una facturación de 80 millones de euros aproximadamente. Pero ¿Qué pasa cuando una empresa familiar se mete en el bolsillo a una gran multinacional? Pues que el triunfo de las ventas está asegurado. Tello ha logrado colarse en Ikea, en la compañía de muebles y decoración más grande del mundo, con sus codillos asados y precocinados, un producto que se vende en los supermercados de las plantas de toda España. Desde Tello nos cuentan que a pesar de su carácter multinacional tienen un contacto muy estrecho y «muy cercano a sus equipos de compras y calidad, con los que permanentemente vigilamos la uniformidad de los productos y desarrollamos nuevos para sus desayunos, menús y ventas de libre servicio». Según los directivos de la empresa toledana no hay un secreto para conseguir un contacto como el de Ikea sino «cumplir con los requisitos estrictos de calidad que tiene la compañía, esa fue la oportunidad», declaran.

No quieren confirmar la cifra exacta de ventas de este codillo a la empresa sueca pero sí nos comentan que «la magnitud es de unos cuantos cientos de miles de unidades» y que el peso de las ventas es muy relevante para los 80 millones de facturación.

Además de Ikea, desde Tello confirman que tienen grandes clientes, con nombres destacados como lo son AhorraMás, Alcampo o Telepizza.

Aumento de un 7% de la plantilla en 2013, con un 90% de contratos indefinidos
Está en Toledo, donde se concentra un alto porcentaje de la ganadería y la industria chacinera de nuestro país, el año pasado su plantilla creció casi un 7% y el 90% de los contratos eran de carácter indefinido. El ritmo de trabajo que lleva la fábrica es alto, pero quienes han trabajado en la planta de la localidad de Totanés, saben que el sueldo es bueno.

La crisis no se ha notado demasiado en esta industria porcina, al fin y al cabo, durante las épocas de vacas flacas, la carne de cerdo y pollo pasan por encima del cordero o la ternera. «En Tello en el 2012 hemos crecido un 10%, y en el 2013 un 12%; estos últimos ejercicios han sido muy positivos en ventas y resultados» aunque sí explican que algo ha sido diferente durante estos años de recesión: «el foco de la crisis a estado focalizado en «la paulatina disminución del crédito que hemos otorgado a nuestros clientes. El cliente del canal tradicional, tanto de alimentación como de hostelería, ha sufrido muchísimo, está casi exhausto».

El 20% de la facturación viene del exterior
A pesar del escenario complicado, han optado por aquella estrategia por la que pasa cualquier negocio y es la internacionalización. Como decíamos, presentes en más de 40 países, el 20% de la facturación del pasado año vino de fuera y tienen como objetivo llegar al 30% en 2016. «Incrementar la presencia en nuevos mercados es un objetivo irrenunciable», sentencian.

Los retos más inmediatos están focalizados en los mercados asiáticos, como China o Japón. Hace un tiempo han abierto una delegación en Pekín que dará cobertura, no solamente al país del sol naciente, sino también a los mercados del sudeste asiáticos. De momento, la aceptación de los productos Tello es significativa en la Comunidad Europea, aunque también verás el logo rojiblanco en Líbano, Cuba o Marruecos. Don Eusebio Tello seguramente no pensó en tantos mercados, pero ahí están.