Quizá el Gobierno está comenzando a cumplir su programa electoral a través de los PGE 2015. Se ha recogido una bajada de impuestos, con el objeto de poner «cash» en los bolsillos de los españoles, activar el consumo interno e ir moviendo la economía. Afirman desde el Ejecutivo que la reforma fiscal quiere «impulsar el crecimiento económico, crear empleo y crear un sistema de tributación igualitario para todos.
No sube el IVA, cree Montoro que «sería contraproducente para el objetivo de que crezca el consumo». La rebaja media será del 12,5% en el IRPF; el 72% de los contribuyentes, 14,4 millones, con rentas inferiores a 24.000 euros, tendrán una reducción del 23,5%; 1,6 millones de contribuyentes dejarán de tributar. Los asalariados que ganen menos de 12.000 euros al año no tendrán que hacer la declaración y dispondrán de su sueldo íntegro a partir del año que viene.
Creen que la reforma pondrá 9.000 millones de euros en dos años en manos de contribuyentes y empresas.