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Los riesgos económicos aumentan en los países del este y centro de Europa

Las economías de Europa Central y del Este presentan una alta exposición a la evolución incierta de la eurozona, según el último estudio de Crédito y Caución.

Los riesgos a los que tienen que enfrentarse estas economías, según el informe, están relacionados con la exposición de sus exportaciones al mercado europeo, los elevados niveles de deuda corporativa y el impacto del Brexit.

Rusia

Rusia es uno de los países con mayores problemas en la zona, con un clima de negocios cargado de inseguridades en torno a la propiedad intelectual, las carencias de las infraestructuras y la falta de competitividad de sus bienes y servicios. El país acentúa tensiones geopolíticas que han mermado sus relaciones con la Unión Europea y Estados Unidos en los últimos años.

Según la previsión del informe, apuntan a una continuidad de su contracción económica, en unas circunstancias con bajos precios del petróleo. Además, la deuda externa corporativa de Rusia es una de las más altas entre las economías emergentes y las sanciones internacionales dificultan la financiación exterior. A largo plazo pueden suponer un impacto notorio en la capacidad de refinanciación de las grandes empresas rusas.

Polinia y la República Checa

El crecimiento de Polonia en los últimos años ha sido positivo  y es una economía clave en el territorio, es la zona que más siente la sacudida de los efectos del Brexit. A corto plazo la salida del Reino unido repercutiría en las  remesas en el exterior, que suponen 4.000 millones de euros anuales. Además, Polonia es el segundo país de la Unión Europea por detrás de Alemania que más exporta a Reino Unido. Y a largo plazo, podría afectar a los fondos estructurales, clave para el progreso económico del país.

En cuanto a la República Checa, la inversión pública ha disminuido, aunque la demanda interna no experimenta cambios. El gran peligro de la economía de este país de este de Europa se encuentra en su alta exposición a la fragilidad de la recuperación de la eurozona. Aunque cuenta con los ratios más elevados de exportaciones con respecto al PIB, es vulnerable a las perdidas del comercio exterior.

Algo parecido sucede con Eslovaquia, con el añadido de que sus ventas al exterior dependen de la automoción, por lo que depende de la evolución del sector en Europa.

Hungría y Turquía

Por otra parte, Hungría tiene su mayor problema en su elevado nivel de deuda pública, que sobrepasa ya el 100% del PIB. Gran parte de ella se encuentran en divisas extranjeras, lo que, sumado a la debilidad de la moneda local, dificulta el pago de las deudas por parte de empresas y familias. Además, Hungría es vulnerable a la confianza de los inversores y a la volatilidad de la moneda

Por último, Turquía se ha posicionado como uno de los países emergentes de Europa con el crecimiento económico más significativo. Aun así, su sistema judicial es débil y tiene un mercado laboral inflexible. La deuda corporativa del país se ha doblado en un año, lo que supone un factor de riesgo importante. Los sectores más afectados son la energía, construcción, acero, transporte y productos químicos.

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