Los sindicatos CCOO y UGT han mostrado su preocupación por posibles ajustes adicionales de plantilla a Ibercaja, ante su intención de salir a bolsa el próximo mes de febrero, mediante una oferta pública inicial de venta de acciones ordinarias a inversores cualificados, tal y como ha anunciado este jueves la entidad bancaria a la Comisión Nacional de Mercado de Valores.
El secretario general de CCOO de Ibercaja, Miguel Ángel Villalba, ha recordado que Ibercaja tenía hasta final de 2022 para cumplir la Ley de cajas, después que la operación se retrasara por la irrupción de la pandemia.
Los sindicatos han recordado los casos «de malas prácticas» de Banco Popular y Bankia en los que se «forzó» a los empleados a vender acciones o comprarlas ellos mismos, y que «sufrieron una presión extrema».
Villalba ha comentado que Ibercaja ha adoptado un modelo de venta de acciones «a empresas grandes o fondos de inversión». En el momento en que se conozcan esas organizaciones que invierten en el banco, «querremos tener un contacto con ellas».
VIGILANTES
Por su parte, la secretaria general de la Sección Sindical de UGT en Ibercaja, Victoria Camarena, ha apuntado que «vamos a estar vigilantes» para que «no haya ningún impacto negativo en la plantilla», porque los trabajadores están «muy presionados», tras años de reestructuraciones con los EREs y la COVID-19.
Camarena ha destacado que, ante la preocupación manifestada por los empleados, se les ha transmitido tranquilidad. «La salida a bolsa es una novedad y, por lo tanto, hay preocupación, igual que ha sucedido con los procesos de ERE, que todavía no han finalizado».
No obstante, la secretaria general de UGT ha señalado que desde Ibercaja se les ha asegurado que «va a haber estabilidad» en el proceso y que «la dirección seguirá en las mismas manos».