CCOO y UGT volvieron a rechazar este jueves el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) presentado por Coca-Cola Iberian Partners, que contempla el despido de 1.193 trabajadores y el cierre de cuatro plantas, por lo que impugnarán el expediente y mantendrán las medidas de presión.
Así lo han señalado los sindicatos después del anuncio de la empresa de abrir un periodo de adscripción voluntaria de 15 días al expediente que supondrá el cierre de las plantas de Fuenlabrada, Palma de Mallorca, Alicante y Asturias.
El responsable de grandes empresas de la Federación Agroalimentaria de CCOO, Jorge Tomé, señaló en declaraciones a Servimedia que se trata de un «instrumento» más de la empresa para alcanzar sus objetivos puesto que en la mesa de negociación «no ha convencido a nadie».
En este sentido, rechazó la posición de la empresa e indicó que recurrirán el ERE y mantendrán las medidas de presión desarrolladas en protesta por los despidos y el cierre de las plantas.
A este respecto, Tomé explicó que desde las organizaciones sindicales tienen «dudas» de que los trabajadores que opten por una aceptación de baja voluntaria puedan tener unas condiciones diferente a los que no opten por esa vía, algo que puede ser «un elemento más de recurso» de cara a la demanda judicial.
En cualquier caso, Tomé aseguró que los sindicatos siempre tienen las «puertas abiertas» al diálogo, sin embargo la empresa ha sido hasta el momento «absolutamente inflexible» y ha actuado «de mala fe», recriminó.
En esta línea, sostuvo que «no se puede decir que ha negociado» puesto que la empresa «no está dispuesto a negociar el principio fundamental», el del cierre de las plantas, aunque dijo esperar que se pueda abrir un espacio para dialogar sobre el plan industrial.
DESPRECIO
Por su parte, Fitag-UGT denunció que la empresa vuelve a saltarse la interlocución sindical presentando una propuesta a través de un comunicado.
«Rechazamos el fondo y la forma en que se ha llevado a cabo dicha comunicación, toda vez que en la mañana de hoy se ha celebrado una reunión en la Inspección de Trabajo, con presencia de representantes de la empresa, y éstos no han hecho ni una sola referencia a esta comunicación», apunta el sindicato.
En opinión de UGT, esta forma de obrar «demuestra el desprecio de Coca Cola Iberian Partners, no sólo por los interlocutores sociales, sino también gubernamentales, como la Inspección de Trabajo».
Por ello, el sindicato emplazó a Coca-Cola España a que tome cartas en el asunto y llame a la «cordura» a la dirección de la embotelladora «a fin de que propicie un acuerdo negociado y no siga dañando a la marca en nuestro país ejecutando políticas que están en las antípodas de sus estrategias de marketing».