Los trabajadores de Coca-Cola en Fuenlabrada reinician movilizaciones

Los trabajadores de la planta de Coca-Cola en Fuenlabrada (Madrid) retoman hoy las movilizaciones para protestar por la falta de «carga de trabajo» que, a su juicio, existe en la instalación que la compañía se comprometió ante la Audiencia Nacional a convertir en un centro logístico y de I+D+I.

De este modo, el conflicto laboral, que el pasado mes de noviembre entraba en una nueva etapa con el levantamiento del campamento que los trabajadores mantenían en lo que fuera la fábrica embotelladora, se reinicia con una concentración hoy a las 18 horas en la Plaza de Callao y con un recorrido por el centro de Madrid.

Además, los representantes sindicales de la fábrica han convocado paros parciales que se prolongarán desde el 16 de diciembre hasta el próximo 31 de enero, además de concentraciones frente al despacho del abogado que se encarga del ERE de la planta.

«Después de la readmisión hemos sido bastante pacientes y hemos dado un margen suficiente a la empresa para poner en marcha el centro logístico», explica a Efe el portavoz del comité de empresa, Juan Carlos Asenjo, como detonante de la reactivación del conflicto.

En ese sentido, Asenjo recuerda que «en junio, la compañía presentó un cronograma a los trabajadores y a la Audiencia Nacional en el que aseguraba que en menos de dos meses habría realizado los trabajos de acondicionamiento de la planta y el nuevo centro logístico estaría funcionando».

Sin embargo, el sindicalista explica que la situación actual dista mucho de ello, puesto que los empleados que tienen asignado un trabajo informático «no tienen equipos con bases de datos ni conectados al sistema de la compañía», mientras que las líneas de producción que aún funcionaban «van eliminándose».

Según explica Asenjo, el único trabajo que existe actualmente es la «selección manual, como se hacía hace 40 años, de cuatro o cinco jaulas de vidrio vacío que llegan a la planta», una labor que «podría estar automatizada» y con la que dicen no conformarse.

«La empresa se está riendo de nosotros», denuncia Asenjo, que asegura que la conversión en centro logístico se trata de un «engaño intencionado», puesto que la compañía «no esperaba que la Audiencia Nacional la aceptase» y confiaba en que «se aplicara el artículo 286» de la Ley de la Jurisdicción Social, que establece la extinción de los contratos por imposibilidad de readmisión.

Por otra parte, los trabajadores denuncian una excesiva presencia de seguridad privada en el centro, que consideran «propia de un campo de concentración» y la merma en sus salarios por la extinción de turnos nocturnos y de fines de semana «regulados por el convenio colectivo» y que deberían mantenerse «según la Audiencia Nacional».

Fuentes de Coca-Cola Iberian Partners contactadas por Efe han asegurado que la transformación en centro logístico «lleva su tiempo» y que «en compromiso con la Audiencia Nacional, la apuesta de la empresa por ese centro es clara».

«Hay un plan previsto y se va a llevar a cabo», han asegurado dichas fuentes, si bien desde los trabajadores se asegura que la empresa «promete y pide paciencia, pero desmonta las líneas y no crea nuevos puestos de trabajo».

EFECOM