La Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM) expresó este viernes su disconformidad con los “duros” límites de emisiones de dióxido de carbono (CO2) que ha fijado por primera vez la Comisión Europea a los vehículos pesados, que tendrán que ser en 2025 un 15% más bajas que en 2019, y un 30% cinco años después.
“Bruselas se ha pasado con unos requisitos estrictos que quieren exigir de forma tan precipitada”, declaró Dulsé Díaz, portavoz de la patronal.
Para la confederación de transportistas, la tecnología que se va a implantar en los camiones en 2025 se está desarrollando ahora, y la inversión en este tipo de vehículos es muy elevada “como para improvisar comprando algo que luego no pueda valer”.
La CETM se propone iniciar conversaciones con las autoridades comunitarias y con el Gobierno español para tratar de hacer “más flexibles” los plazos de aplicación de las limitaciones de gases.
“El sector del transporte de mercancías por carretera viene demostrando desde 1990 un compromiso alto con la sostenibilidad y con la reducción de emisiones. Hemos modernizado continuamente nuestros motores, a pesar de la crisis dura que hemos pasado”, destacó Dulsé Díaz.
El paquete de medidas que ha aprobado el Ejecutivo de la UE incluye iniciativas legislativas sobre normas en materia de CO2 para los camiones, sobre su aerodinámica, el etiquetado de los neumáticos y una metodología común para la comparación del precio del combustible, que están acompañadas de un plan de acción para las baterías. Los camiones tendrán que emitir un 15% menos de CO2 en 2025 en comparación con 2019, y este recorte debería duplicarse en 2030.