Los últimos avances contra el VIH se centran en el intestino

Según cálculos de la OMS y el ONUSIDA, a finales de 2012 había en el mundo unos 35,3 millones de personas infectadas por el VIH. Ese mismo año, contrajeron la infección unos 2,3 millones de personas, y unos 1,6 millones murieron por causas relacionadas con el sida

La comunidad científica trabaja incansablemente para conseguir curar, o al menos mejorar la calidad de vida de estos enfermos.

Los últimos focos de investigación se han centrado, por una parte, en estudiar cómo funciona el virus en el intestino, el blanco perfecto para el VIH. Ahí se encuentran el 90% de las células inmunológicas y ahí es donde el virus hace por lo tanto mayores estragos. Y hasta ahora no se sabía cómo se producía esa transmisión.

Otros de los puntos importantes, era conseguir el estudio del virus en ratones, hasta ahora una tarea imposible, porque el virus no les afecta.

El último número de la revista PLOS Pathogens publica un estudio, llevado a cabo por los científicos del Howard Hughes Medical Institute y el California Institue of Tenchnology. En primer lugar, han conseguido modificar genéticamente varios ratones, para que tengan un sistema inmunológico humano. Después, consiguieron ver, en alta resolución, cómo actúa el virus en el intestino de estos ratones infectados por el VIH.

Lo que han descubierto es, en primer lugar, que el virus presenta mayor actividad en la zona, y además, que no es necesario el contacto entre células para el contagio.

Además esta misma semana conocíamos que se ha descubierto un veneno que mata las células infectadas por el virus del sida. La toxina se dirige específicamente a las células infectadas por el VIH y, al contrario que los fármacos habituales, logra eliminar el virus. Por ahora solo se ha logrado en un modelo de ratón infectado con el VIH, pero los autores del trabajo, de la Universidad de Carolina del Norte, en EE.UU., creen que éste puede ser el camino para una nueva línea de ataque para este virus tan complejo.

Por el momento, los fármacos antirretrovirales que se utilizan no eliminan totalmente el virus, sino que lo suprimen a niveles indetectables. Así las personas con VIH pueden llevan una vida normal, aunque dependiendo de la medicación.