Madrid avanza a la final de la competición de ciudades europeas por el comercio justo

La ciudad de Madrid ha sido elegida finalista para optar al premio que entrega la Comisión Europea para reconocer a las Ciudades Europeas promotoras del Comercio Justo y Ético.

Según informa el Ayuntamiento de Madrid, el próximo 27 de junio se celebrará en Bruselas la ceremonia de entrega de este galardón, al que también optan las ciudades de Dormund, Gante, Lyon, Malmö, Saarbrücken y Vitoria-Gasteiz.

En 2018, una ciudad de la Unión Europea recibirá por primera vez el Premio a las Ciudades Europeas promotoras del Comercio Justo y Ético. Con este premio se reconocen y celebran los logros de las ciudades en los ámbitos de la sostenibilidad en el comercio internacional, poniendo en valor las mejores prácticas comerciales justas y éticas.

Según los organizadores, el galardón trata de ser un instrumento para “fomentar el desarrollo sostenible e inclusivo para los pequeños productores, concienciando a ciudadanos, representantes políticos y empresarios sobre programas comerciales sostenibles, éticos y justos”.

Madrid recibió la acreditación como ‘Ciudad por el Comercio Justo’ en octubre de 2011, desarrollando desde entonces programas bienales de actuación que abarcan acciones de sensibilización y concienciación, de fomento del consumo de productos de Comercio Justo en la compra pública y de seguimiento y evaluación del cumplimiento de los cinco criterios que exige la campaña internacional de Ciudades por el Comercio Justo.

Respecto a esta nominación, la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, manifestó que “supone un reconocimiento a ese empeño del Ayuntamiento de Madrid por conseguir una ciudad más cohesionada, justa y solidaria. Un afán en el que nada puede quedarse fuera y mucho menos el impulso del Comercio Justo y Ético”.

El delegado del área de Salud, Seguridad y Emergencias de Madrid, Javier Barbero, añadió que “vivimos en un mundo con un sistema económico que ataca de manera sistemática la vida y destruye nuestro planeta, por tanto, es esencial que empecemos a pensar la economía desde otras lógicas”.