Toda persona tiene derecho a robar al contribuyente, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición.
Ser corrupto en España es fácil, no tiene mucho mérito, cualquiera puede practicar la tan admirada picaresca. La competencia es enorme, sin embargo, y sólo los mejores alcanzarán el reconocimiento ¿Cómo diferenciarse, entonces? Hay que demostrar entusiasmo y profesionalidad. El corrupto nace pero también se hace. Y tú, aprendiz, has de saber que en el camino, antes de forrarte, y por fin, disfrutar de tu ático de lujo en Estepona, tendrás que enfrentarse a innumerables obstáculos. No desfallezcas, aquí tienes algunos pasos básicos que te harán convertirte en alumno aventajado.
- Tu objetivo principal es lucrarte y la política es un simple medio. No te desvíes de tu camino. Si te mueve otro tipo de motivación, de tipo moral, académica o social, por favor, deja de leer, este no es tu sitio, busca una ONG. En la casta política española no hay hueco para ti. Estorbas.
- Mete la cabeza en algún partido, desde joven. Cualquier ideología es válida. No pierdas mucho tiempo en formarte. Pégate a alguien influyente (si es de la Casa Real, te tocó el Gordo, aunque no sé cuánto te durará), sé complaciente y discreto, no llames mucho la atención, por ahora. Ya habrá tiempo de sacar al macarra que llevas dentro.
- La familia es lo primero. Incluimos en familia todos aquellos amiguetes compañeros de pupitre y conocidos a los que debes colocar en grandes compañías, bancos y fundaciones. Así te aseguras que el día de mañana tus favores serán devueltos, y de paso por qué no, un puesto en algún consejo de administración.
- Insisto, las competencias, aptitudes o experiencia de tus amigos no importan. Aprenderán rápido en donde quiera que les coloques. Ya sea en la cartera de sanidad, educación o agricultura, un sindicato o la patronal. El trabajo es parecido. Tú céntrate en elegir a dedo unos cuantos asesores.
- Sé creativo. Roba con estilo y piensa en grande. Un aeropuerto sin aviones, un equipo paralímpico con sólo dos discapacitados, maletines falsificados, periodistas fantasmas, Fundaciones y Cajas de Ahorros fraudulentas, ¡Hasta puedes tocar el furbol! Dale alas a la imaginación y crea nuevos nichos.
- Recuerda estas dos palabras: Amnistía Fiscal.
- Ten a mano un buen cabeza de turco y un par de ministros pararrayos. Haz que sean provocadores y desagradables. Así toda la sociedad les odiará, incluso más que a ti.
- Desvía la atención cuando sea necesario. Repite conmigo, Gibraltar es Español y Cataluña entrará como miembro de pleno Derecho en la Unión Europea.
- No des demasiada información al electorado, la gente es muy cotilla. Puedes responder a una pregunta con un «La segunda ya tal» y será suficiente. También puedes hacer que no te entienda ni tu madre y sales del paso: «Recibió una indemnización en diferido mediante un acuerdo entre las partes». La tecnología es tu aliada. El plasma es el futuro.
- En caso de que se pongan pesados, restringe sus libertades y sus derechos. Prohíbe. Y Recurre a los puntos 7, 8 y 9 para sortear los golpes.
Si todo esto falla, siempre nos quedará Suiza o Euro Vegas. (Bueno, esto último no, pero porque no hemos querido, eh).
Y lo más importante de todo, querido aprendiz de corrupto, pase lo que pase, nunca, nunca, nunca dimitas.