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March apuesta en Europa por cotizadas pequeñas y deuda crediticia de calidad

Banca March ha apostado este viernes dentro de su estrategia inversora europea por la deuda crediticia de calidad (‘investment grade’, en la jerga) y las cotizadas de pequeño tamaño (‘small caps’), mientras que en Estados Unidos han indicado su preferencia en términos sectoriales por las acciones bursátiles de la salud, tecnología y software.

En una comparecencia telemática ante los medios, dirigida por el director de estrategia y asesoramiento de la entidad, Joan Bonet, se ha ahondado también que, dentro de las inversiones ilíquidas (llamadas así por el compromiso de capital a largo plazo sin ventanas de liquidez o reembolso), son partidarios de las inversiones en infraestructuras.

Entrando al detalle de la estrategia en renta variable, Bonet ha vislumbrado un escenario moderadamente positivo con subidas suaves, en tanto que ha advertido que las fases de recortes de tipos oficiales como la que nos encontramos suelen ofrecer menos retornos que las de pausa de tipos oficiales y que han caracterizado al último año.

En ese sentido, la preferencia por Estados Unidos aventaja a Europa por la sobreponderación en salud, tecnología y software, aunque el Viejo Continente ofrece mejores perspectivas en lo relativo a compañías de mediana y pequeña capitalización, ya que se han quedado «muy retrasadas y cotizan a valoraciones atractivas».

En concreto, las ‘small caps’ europeas estarían cotizando un 15% por debajo del promedio histórico y un 5,7% frente a las grandes, mientras que han proyectado un alza de los beneficios de casi un 8% para este año y de un 14,7% para 2025.

A propósito de la renta fija, desde Banca March han explicado que las bajadas de tipos de interés abren un entorno propicio para estos activos dado que ofrecerá a los inversores la posibilidad de disfrutar de cupones elevados durante más tiempo.

Con todo, han matizado que en el estricto corto plazo recomiendan una mayor cautela en duración, mientras que el activo a seguir es el crédito, especialmente el de calidad en Europa, bajo la idea de que esperan una ralentización de las emisiones -tras un principio de año muy activo-, lo que favorecerá las valoraciones del activo.

Precisamente en lo tocante a bancos centrales, Bonet ha señalado que el mercado está «sobreestimando» la velocidad de los recortes de tipos de interés y, en consecuencia, ha previsto que las bajadas serán más lentas y espaciadas en el tiempo.

Sobre este punto, ha concretado que el Banco Central Europeo (BCE) efectuará previsiblemente cinco recortes en hasta diciembre de 2025, mientras que la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos llevaría a cabo seis recortes en dicho periodo frente a las ocho bajadas que descuenta la curva actualmente.

El comportamiento de los bancos centrales vendrá motivado por el devenir de las tasas inflacionistas, de las que Bonet ha comentado que el principal obstáculo sigue dándose por el lado de los servicios, más ligado al turismo en Europa y a los alquileres en Estados Unidos.

Con todo, el ejecutivo ha aseverado que la inflación está entrando en niveles de confort para los bancos centrales, en tanto que ha previsto que en 2025 se situará en el 2,5% en Estados Unidos y en el 2,2% en Europa (aún por encima del 2%, cifra objetivo del BCE).

Ligado a esto, ha explicado sobre la coyuntura macroeconómica, que la Eurozona, que parte de un «crecimiento anémico», se dirige hacia una recuperación moderada prevista del 1,4% gracias al tirón de los servicios, aunque hay que atender las diferencias regionales.

«La región se beneficiará del impulso de las economías más vinculadas al sector servicios, como la española, y Alemania comenzará a beneficiarse de la recuperación de su sector industrial gracias a la normalización de los precios de la energía», ha desgranado.

Por su parte, Estados Unidos seguirá manteniendo el vigor de su economía (el escenario manejado es el de un aterrizaje suave y queda descartado un frenazo brusco), si bien Bonet ha expuesto que el foco ha de trasladarse sobre las elecciones presidenciales.

Por un lado, ha expresado que la capacidad para implementar medidas económicas se encuentra acotada por la debilidad de las cuentas públicas y la madurez del ciclo, aunque, por otra parte, ha advertido de las consecuencias en la política comercial global que tendría el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.

«La política comercial internacional de una potencial Administración Trump sería muy beligerante y tendría importantes consecuencias adversas, tanto para China como para la UE, al ser regiones que tienen una gran dependencia del exterior», ha rematado.

De vuelta a un plano más amplio sobre la gestión de las carteras, Bonet ha apuntado que, una vez eliminados los fantasmas inflacionistas, la renta fija y variable volverán a su dinámica habitual de mostrar correlación inversa, por lo que las carteras mixtas y equilibradas, a partir de ahora, proporcionarán unos retornos más estables y diversificados.

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