El consejo de administración de Martinsa Fadesa ha acordado solicitar la apertura de la liquidación, «ante la falta de adhesiones suficientes» para la aprobación de la propuesta de modificación de del convenio de acreedores, según ha informado la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). La compañía que controla y preside Fernando Martín afrontara así su liquidación cuatro años después de que en marzo de 2011 lograra superar el mayor concurso de acreedores de la historia.
La falta de liquidez de la empresa para atender al calendario de pagos de deuda que fijó el convenio con el que emergió de ese concurso ha llevado a la empresa a plantear una reforma del mismo que finalmente no ha prosperado. Martinsa analizaba su liquidación tras cerrar el ejercicio 2014 con un ‘agujero patrimonial’ de 4.603 millones de euros. Según un informe remitido por la compañía a la CNMV, la inmobiliaria cuenta con activos valorados en 2.392 millones de euros derivados de la deuda concursal que aún arrastra. Martinsa logró no obstante aumentar su facturación, un 18,3% hasta los 130 millones de euros, gracias a que durante el pasado año entregó y escrituró 1.585 viviendas, el 30% de ellas (482 pisos) en España. Además de en España, Martinsa Fadesa cuenta con actividad en Francia, Marruecos, México, Rumanía, Polonia, República Checa y Bulgaria, si bien esta última también está en liquidación. Todas las viviendas prevendidas al pasado año corresponden a esta actividad internacional.
Una década de vida
Martinsa Fadesa se constituyó a finales de 2006, fruto de la oferta pública de adquisición de acciones (OPA) que la compañía de Fernando Martín y su socio Antonio Martín lanzó a la inmobiliaria controlada por Manuel Jove, por importe de unos 4.000 millones de euros. El alto endeudamiento que la operación generó a la nueva compañía y el estallido de la ‘burbuja inmobiliaria’ y de la crisis financiera llevó a Martinsa Fadesa a solicitar concurso voluntario de acreedores apenas dos años después, en julio de 2008. Dada la deuda de unos 7.000 millones que soportaba la empresa, el concurso se erigió en el mayor de la historia empresarial española. La compañía superó el proceso concursal en tres años, gracias al calendario de pago de deuda a ocho años que en marzo de 2011 pactó con sus bancos. No obstante, lo prolongado de la crisis y la restricción crediticia de los bancos impidió a la empresa generar liquidez para atender los pagos de deuda fijados en ese convenio. La inmobiliaria no pudo atender al pago de deuda establecido para diciembre de 2013 y, pese que entonces comenzó a negociar con los bancos una nueva reestructuración de su deuda, la falta de acuerdo impidió a la inmobiliaria abonar el pago correspondiente a diciembre de 2014.
Propuesta ‘in extremis’
Por ello, Martinsa Fadesa presentó el pasado 30 de diciembre ante el Juzgado de lo Mercantil de A Coruña, ‘in extremis’ y sin acuerdo con los bancos, una solicitud de la reforma del convenio de acreedores de 2011.
La empresa ofrecía a las entidades quedarse con hasta el 70% del capital de la empresa mediante la capitalización de su deuda, pero este plan no había logra el respaldo de al menos el 75% de los acreedores necesario para prosperar cuando el pasado jueves concluyó el plazo establecido por el juez para que se pronunciaran, dejando así a la empresa abocada a la liquidación.
Europa Press