Más de 100 organizaciones piden a Trump y Biden ser “buenos vecinos” de América Latina

Más de 100 organizaciones que trabajan en temas relacionados con América Latina y el Caribe, enviaron una carta a la campaña de reelección del mandatario republicano Donald Trump y del demócrata Joe Biden, a fin de comprometerse a impulsar la política del “Buen Vecino” y no la doctrina Monroe.

“La política del ‘buen vecino’ ha tenido un retroceso muy grave desde que Donald Trump asumió la presidencia”, indicó Manuel Pérez-Rocha, director del Programa del Proyecto de Economía Global en Institute for Policy Studies con sede en Washington, D.C. “(Se busca que) la Doctrina Monroe, que afirma el control geopolítico de Estados Unidos sobre América Latina, continúe siendo eliminada”.

Agregó que esa política ha justificado a los distintos gobiernos de los Estados Unidos en la intervención e “invasiones militares”, incluso para apoyar dictaduras, como una forma de tener mayor control económico.

“(Se da) el impulso de un sistema neoliberal por el medio del cual se imponen políticas de ajuste estructural o, dicho de otra manera, políticas de austeridad y de eliminación a las políticas económicas de los países”, expuso.

La carta establece seis peticiones concretas: (1) poner fin a las amplias sanciones económicas; (2) modificar la política de militarización; (3) poner fin a la interferencia política; (4) apoyar los derechos humanos de todos los pueblos; (5) modificar la política de inmigración, y (6) cambios en la política comercial

Los expertos en política exterior, economía, narcotráfico, inmigración, acuerdos comerciales, entre otras especialidades, recuerdan a los candidatos que durante el Gobierno del presidente Barack Obama se priorizó una relación menos intervencionista con naciones latinoamericanas.

“Para muchos, parecía que el gobierno de Estados Unidos estaba reviviendo la política regional del ‘Buen Vecino’ de respeto por la autodeterminación y los derechos humanos de América Latina y el Caribe que había sido anunciada bajo el presidente Franklin D. Roosevelt y luego abandonada rápidamente durante la Guerra Fría”, apunta la misiva.

Las organizaciones impulsoras, como ActionAid USA, African Services Committee, Alliance for Cuba Engagement and Respect (ACERE), Amazon Watch, Center for International Policy, Institute for Women in Migration (IMUMI), Just Foreign Policy, Latino Commission on AIDS, Oxfam America, South Texas Human Rights Center, US PEACE COUNCIL, USF Immigration & Deportation Defense Clinic, Veterans for Peace y World BEYOND War, entre otras, destacan que el 2021 será un reto especial para todos los gobiernos tras la pandemia de coronavirus.

“En enero de 2021, el presidente de los Estados Unidos se enfrentará a un hemisferio que no solo seguirá tambaleándose por el coronavirus, sino que también probablemente experimentará una profunda recesión económica”, advierten. “La mejor manera de ayudar a los Estados Unidos no es tratando de imponer su voluntad, sino comprometiéndose con las naciones de América Latina y el Caribe como socios iguales”.

El investigador Pérez-Rocha, impulsor de Casino del extractivismo. Informe sobre minería y arbitraje supranacional contra gobiernos, advirtió que la intervención de EE.UU. en Latinoamérica, a “tabla rasa”, sin considerar las necesidades sociales de cada nación, afecta más a las economías que beneficiarlas.

“Todo se basa en el Consenso de Washington de los años noventa que aplica a tabla rasa a todos los países, en el cual se elimina la capacidad del Estado de cada país, de promover sus propias políticas económicas y de impulsar su propio desarrollo local”, explicó. “Lo que hace el neoliberalismo es abrir el sistema económico de los países para que las grandes empresas trasnacionales se puedan beneficiar. Eso ha ocurrido desde Argentina hasta México en distintos tiempos”.

En los primeros 100 días del próximo gobierno, dijo el experto, se deberán tomar algunas medidas urgentes: poner fin a la doctrina Monroe, terminar con el impulso del neoliberalismo y regresar a la política del ‘buen vecino’ con Cuba.

Reconoció que, si gana el presidente Trump, las peticiones serán complicadas, conociendo su actual política exterior en América Latina, la cual ha tenido puntos de quiebre con la cancelación de la reapertura comercial con Cuba y el impulso de un nuevo gobierno en Venezuela, algo en lo que coincidió Leonardo Flores, coordinador de Campaña para América Latina de CODEPINK.

“La Administración Trump llama abiertamente a su política para América Latina y el Caribe la ‘Doctrina Monroe 2.0’, y el Partido Demócrata no ha sido mucho mejor”, lamentó. “Los países y pueblos del Caribe y América Latina no son el patio trasero o la base de operaciones de nadie, son soberanos y quieren que sus relaciones con Washington se basen en la no intervención, el respeto mutuo y cooperación por el bien común”, expresó Flores.

Las 6 peticiones

1. Poner fin a las amplias sanciones económicas.- Destacan el embargo contra Cuba que suma ya 60 años, así como sanciones contra Venezuela y Nicaragua. “Las sanciones de Estados Unidos violan la Carta de la Organización de los Estados Americanos, la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional de los derechos humanos”, exponen. “Le pedimos que ponga fin a las sanciones unilaterales de Estados Unidos impuestas a través de órdenes presidenciales anteriores”.

2. Política de militarización.- La estrategia implementada durante la Guerra Fría continúa su operación “proporcionando y exportando cientos de millones de dólares en equipo y entrenamiento policial y militar a países de América Latina y el Caribe”, acusan los expertos. “En muchos casos, como Honduras y Colombia, el financiamiento y la capacitación… han apoyado a las tropas involucradas en la corrupción y abusos atroces de los derechos humanos… (Además) en lugar de reducir el tráfico de drogas y la violencia, este enfoque incentiva el tráfico de drogas y alimenta un círculo vicioso de violencia”.

3. Poner fin a la interferencia política.- Acusan que los gobiernos estadounidenses han intervenido en naciones latinoamericanas, incluso con “invasiones militares” e involucrarse “en la política interna de los países de la región”, pero el Gobierno de EE.UU. rechaza cualquier intervención extranjera en su propio país. “Aquí en casa, condenamos con razón cualquier tipo de interferencia extranjera en la política interna y las elecciones de nuestro propio país, entonces, ¿cómo podemos seguir participando en una grave interferencia en la política de nuestros vecinos? Es hora de que Estados Unidos respete la soberanía política de los países de América Latina y el Caribe”, indican.

4. Apoyo a los derechos humanos de todos los pueblos.- Sugieren que la siguiente administración impulse una política que evite la violación de los derechos humanos en el país y el exterior. “Para que Estados Unidos hable de manera creíble sobre los derechos, debe firmar y ratificar tratados internacionales que incluyen, entre otros, el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, la Convención Americana sobre Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, así como otros pactos relacionados con la discriminación racial, mujeres, niños, personas con discapacidad, migrantes y tortura”, indican.

5. Inmigración.- Al calificar de “brutales” las políticas migratorias del presidente Trump, pero consideran que la Administración Obama “construyó” la infraestructura para que eso fuera posible. Señalan que la próxima administración deberá: promulgar una moratoria en deportaciones; poner fin a los enjuiciamientos masivos de inmigrantes; restablecer los procedimientos de asilo en la frontera; proporcionar un camino hacia la ciudadanía para los dreamers y para los titulares de TPS, evitar la separación de familias y reasignar recursos de las agencias de aplicación de la ley de inmigración hacia alternativas comunitarias, entre otros.

6. Politica comercial.- Piden un trato más justo en materia económica y dejar a un lado la intervención en políticas de gobiernos de la región. “Estados Unidos interviene en la formulación de políticas económicas internas en países, en gran parte a través de su enorme influencia dentro de las instituciones financieras multilaterales como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el Banco Interamericano”, exponen. Consideran que los países deben “elegir sus propios caminos” y evitar velar solamente por las corporaciones, así como garantizar la ayuda a programas educativos a través de organizaciones de la sociedad civil en coordinación con gobierno locales.