Más de 402.100 jóvenes no pueden optar a una jornada laboral completa en España, según CCOO

El 30% de los jóvenes de entre 16 y 29 años de edad que trabaja lo hace a tiempo parcial (727.600), cuatro puntos más que hace un año, y de ellos, 402.100 se ven obligados a aceptar un contrato a tiempo parcial ante la imposibilidad de conseguir una jornada completa, según ha informado Comisiones Obreras (CCOO) con motivo del Día de la Juventud que se celebra mañana.

Esta parcialidad involuntaria afecta de forma especialmente grave a las mujeres jóvenes, que representan un 63% de quienes no encuentran un empleo a tiempo completo y tienen que firmar un contrato por menos horas.

La temporalidad juvenil sigue en cotas altas, rozando el 55%, y el salario medio anual de los jóvenes de entre 18 y 25 años apenas supera, según la Agencia Tributaria, los 7.300 euros anuales, siendo 20.566 euros el salario medio general.

Estas cifras, sumadas al abuso de las prácticas no laborales, al fenómeno de los falsos autónomos (vinculados, o no, a plataformas digitales), al empleo sumergido, al fraude en la contratación, al paro, que aún afecta al 29% de la juventud menor de 30 años, o al riesgo de pobreza o exclusión social reflejan, a juicio de Jóvenes CCOO, una «precariedad inaceptable».

«Lejos de mitigarse, esta situación sigue golpeando en su día a día a la inmensa mayoría de las personas jóvenes, que se ven de este modo incapacitadas para planificar y desarrollar proyectos de vida a medio y largo plazo. Esta circunstancia se evidencia también en el continuado descenso de la tasa de emancipación juvenil: en la actualidad, según datos recopilados por el Consejo de la Juventud de España, sólo el 17% de la población menor de 30 años ha logrado emanciparse», indica CCOO.

Jóvenes CCOO ha señalado que el Gobierno debe atender «de inmediato y con valentía» sus propios compromisos y asegurar los intereses y las condiciones de vida de la mayoría, sobre todo en materias como la subida del salario mínimo, la derogación de la reforma laboral o la regulación de la vivienda entendida como derecho humano y constitucional y no como bien de mercado.

El sindicato ha reclamado además que se refuerce la Inspección de Trabajo y Seguridad Social para perseguir eficazmente la temporalidad injustificada, el empleo sumergido y el fraude en el trabajo por cuenta propia, entre otros abusos empresariales, así como que el Gobierno se siente a negociar un estatuto que regule las prácticas no laborales para dotar de derechos aquellas que formen parte del currículo académico y laboralizar las que no se vinculen a ningún programa formativo.

Por último, CCOO ha llamado al conjunto de la juventud trabajadora a organizarse sindicalmente para defender sus derechos dentro y fuera de las empresas y sea cual sea su situación laboral concreta.