La bodega riojana cierra 2015 como un año lleno de éxitos en premios para sus mejores vinos y unos grandes resultados financieros
Entre los inmensos cerros y llanuras de viñedos que se expanden por toda La Rioja, destaca una bodega de estilo moderno y vanguardista. Aunque la construcción no sorprende por su altura, ya que se sitúa soterrada en un 80 por ciento en el subsuelo, sí destaca por el aprovechamiento de la energía geotérmica del interior de la tierra, con lo que consigue evitar la emisión de gases contaminantes al ambiente.
Este fuerte moderno, como los de otras épocas, se encuentra ligado a la aristocracia local de Ollauri, pueblo en el que se sitúa la sede social de la compañía. De hecho, el propio nombre de los vinos, Marqués de Terán, da contada muestra del carácter nobiliario de esta joven compañía.
Y es que, la bodega se formó como idea hace aproximadamente una década: en 2004. Entre los accionistas más destacados de la compañía, se encuentran los hermanos Azpilicueta –que provienen de una familia con clara tradición bodeguera- y el propio Marqués.
Pero ¿Cómo un vino tan joven es capaz de llamar la atención entre todos aquellos que llevan la denominación de origen de La Rioja? El propio, director-gerente de la compañía, Manuel García asegura que «es complicado, pero puede que la base esté en los detalles».
En este sentido, que su grupo se constituyera en la primera compañía vinícola que respeta el Medio Ambiente y lucha contra el Cambio Climático «es un elemento diferenciador muy valorado en países como Alemania».
Desde este negocio riojano se afirma que el precio, al final, es otro de los factores claves a la hora de dar salida a las distintas modalidades de esta bebida. «Cuando presentas un vino en un restaurante, lo que más suele preocupar es el precio del bien», espeta García.
Sin embargo, se lamenta al confirmar que «en España la situación es diferente, no se valoran estas cosas». Tal vez, en nuestro país falte cierta cultura en cuanto al consumo de este producto se refiere.
Abrir fronteras
Pero el mercado internacional es primordial para la supervivencia de este producto y desde la bodega se asegura que el «70 por ciento de la exportación actual es en territorio nacional, mientras que el 30 restante corresponde al extranjero, aproximadamente».
Y a pesar de que la compañía ya se ha establecido en países como Estados Unidos –el mercado más importante en este sentido- o China, García lanza un deseo de futuro: «Alcanzar la equidad del 50/50 para el futuro».
Aunque, más tarde reconoce que «es bastante difícil traspasar las fronteras de los países, ya que los costes se disparan y las ayudas oficiales no son las suficientes».
Un año lleno de éxitos
A pesar de todo, 2015 se ha transformado en un ejercicio que difícilmente olvidaran en la despensa, ya que varios de sus vinos, como el crianza de 2010 ha obtenido un sinfín de premios internacionales, entre ellos la medalla de oro en el International Wine Challenge 2016.
La modalidad Versum es otro de los que ha logrado diversos conocimientos de distintos jurados. En cualquier caso, ambos se han valorado como de excelente calidad por la crítica internacional.
Por otro lado, junto al reconocimiento llegan los ingresos que, para el año que recientemente ha terminado, ha significado un incremento del algo más del 15 por ciento de ingresos, respecto al período anterior -gracias a un incremento de la fuerza de ventas-.
Vino español por el mundo
A pesar de que España sea una de las naciones del mundo que más vino exporta; llegando incluso algunos años a liderar esta clasificación –como en 2014-, existe una situación de indefinición.
Los vinos franceses e italianos son los mejor valorados en el exterior, ya que poseen una gran imagen internacional; mientras que el patrio se sitúa un escalón por debajo, a pesar de que en calidad se encuentre a la altura de los otros.
Por lo tanto, la Marca España habría fracasado en este sentido y ha dejado a este producto en una situación de indefinición: no destaca ni entre los mejores, ni entre los más baratos.
El triunfo por lo tanto de esta compañía reside, según palabras de su Director Gerente, en la «pasión» y en tomarse totalmente en serio la bodega, no como se hace en otras compañías del mismo sector.
«En general, somos gente de la tierra que hemos vivido con viñedos toda la vida y eso se nota», apostilla para ejemplificar el cariño que García le tiene al proyecto. Como todo en la vida, la pasión y el trabajo se convierten en la base del éxito de cualquier objetivo que se tenga en la vida.
Adrián C. D´Aniello