El exfiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) José María Mena ha dicho entender las razones personales esgrimidas por el hasta ahora fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, para dimitir, y las ha atribuido al hecho de que al alto fiscal «le habían ninguneado toda la vida».
Sin embargo, «la bronca gorda viene con el 9 de noviembre», ha remarcado Mena en declaraciones a Catalunya Ràdio recogidas por Europa Press, en que ha acusado a Torres-Dulce de mantener una actitud excesivamente airada, cuando pidió a los fiscales catalanes firmar una querella contra el presidente de la Generalitat, Artur Mas, la vicepresidenta, Joana Ortega, y la consellera de Enseñanza, Irene Rigau.
Mena ha indicado que la renuncia respondía «sin ninguna duda a motivos personales, porque estaba desesperado el pobre, había ya una crispación que no era estrictamente jurídica, ya no podía más».
«El problema es de fondo y se puso de manifiesto hace nueve meses cuando el anterior fiscal de Cataluña —Martín Rodríguez Sol— dio unas discretísimas opiniones sobre el proceso soberanista», ha remarcado Mena, que ha subrayado la amistad que une a Torres-Dulce y a Rodríguez Sol.
«Lo tuvo que hacer porque se lo exigieron desde el Gobierno, y allí empezó el principio del final, porque allí ya se daba cuenta de que estaba haciendo algo que a él le contrariaba», ha señalado el exfiscal, que ha calificado a Torres-Dulce de buen jurista y hombre prudente.
EUROPA PRESS