La compañía biotecnológica Moderna entró en ‘números rojos’ al perder 4.714 millones dólares (4.358 millones de euros) en 2023, frente a los beneficios de 8.362 millones de dólares (7.731 millones de euros) que ganó el año anterior.
Los resultados publicados por la empresa muestran también que, en lo que respecta a la facturación, la firma alcanzó 6.848 millones de dólares (6.331 millones de euros), un 64,4% menos. Desde el laboratorio han señalado que la caída en la facturación se debe principalmente a la menor venta de vacunas contra el Covid-19.
La compañía ha incrementado un 47% sus gastos en investigación y desarrollo en 2023, hasta alcanzar los 4.845 millones de dólares (4.479 millones de euros) con lo que pasa a suponer la principal partida de costes. Después, teniendo en cuenta los costes de producción y los de venta, generales y administrativos sumaron 11.087 millones de dólares (10.250 millones de euros), un 12,6% más.
En lo que respecta al cuarto trimestre, Moderna ganó 217 millones de dólares (200,6 millones de euros), un 85,2% menos que los beneficios de 1.465 millones de dólares (1.354 millones de euros) del mismo periodo equivalente. De su lado, la facturación cayó un 44,7%, hasta los 2.811 millones de dólares (2.599 millones de euros).
«2023 fue un año de transición para Moderna, ya que nos adaptamos a un mercado endémico. Al mismo tiempo, nuestro equipo de desarrollo realizó importantes avances en la cartera de productos en los ámbitos de las enfermedades infecciosas, la oncología y las enfermedades raras, y nuestro equipo comercial aumentó la cuota de mercado de Covid-19 en Estados Unidos», ha explicado el consejero delegado de Moderna, Stéphane Bancel.
El directivo ha anticipado la aprobación durante el primer semestre de 2024 de vacunas para prevenir el virus respiratorio sincitial.