El presidente del Gobierno de Extremadura, José Antonio Monago, ha anunciado que «en los próximos meses» el Ejecutivo regional va a poner en venta la «residencia oficial» de los presidentes extremeños en Mérida, «en la que han vivido los dos anteriores presidentes socialistas», Guillermo Fernández Vara y Juan Carlos Rodríguez Ibarra.
«Ya estamos testeando el mercado», ha señalado Monago, quien ha calculado que de la venta y el «ahorro» en el mantenimiento del «palacio presidencial» de Mérida, el Gobierno extremeño dispondrá de «como mínimo dos millones de euros», que «destinará íntegramente a proyectos de inversión en la ciudad de Mérida».
En su comparecencia a petición propia en el Parlamento de Extremadura para hablar sus viajes a Canarias cuando era senador, el presidente extremeño ha recordado que desde su nombramiento renunció «a vivir en el Palacio presidencial que pagan todos los extremeños», una decisión que ha considerado «de especial importancia y no sólo simbólica».
Decidí quedarme en mi casa pagándome mi luz, mi agua, mi comida, mi contribución, mi IBI con mi nómina como cualquier familia extremeña. Porque hay cosas que no se pueden permitir», ha aseverado Monago, quien ha asegurado que «no iba a tener ninguna retribución en especie», ya que según ha calculado, el coste de este «Palacio Presidencial» en la legislatura anterior «fue de casi un millón de euros».
Monago ha explicado que la propiedad de este inmueble es 100% del Gobierno de Extremadura, desde que «fue adquirido el 10 de agosto del año 1983 por, nada más y nada menos, que 40 millones de las antiguas pesetas», cuando «se compró directamente a su propietario».
Ha relatado que el «Palacio Presidencial» consta actualmente de casi 2.000 metros cuadrados, que incluye una casa de «600 metros cuadrados, en tres plantas más semisótano, y el jardín de 1.500 metros cuadrados con piscina».
Así, y «como se trata de un bien de dominio público», ha avanzado Monago se ha solicitado a la Consejería de Hacienda y Administración Pública «el inicio de los trámites para que se declare su alienabilidad, se realice una tasación pericial del inmueble por parte de patrimonio, y se convoque subasta pública para su venta».
«Durante estos tres años nosotros hemos garantizado su mantenimiento para que el inmueble estuviera en las mejores condiciones», ha aseverado Monago, quien ha aseverado que «es hoy cuando los extremeños pueden comprender con estas cifras el por qué tomé la decisión de no vivir en ese Palacio».
EUROPA PRESS