El presidente de Mondragon, Iñigo Ucín, ha afirmado que la corporación afronta «con normalidad» el relevo al frente de la presidencia y no se plantea en su «política socioempresarial» para los próximos años «cambios radicales», sino ir «poco a poco adecuando las cosas» a la «realidad compleja» que se vive. En este contexto, ha añadido que Mondragon apuesta por ser «más cooperativos y más competitivos»

En una entrevista concedida a Radio Euskadi, recogida por Europa Press, el presidente de Mondragon ha explicado que afronta «con normalidad» el próximo Congreso de la corporación, el último como presidente antes de jubilarse y que se afronta en una «situación buena» y con un «traspaso» que se está haciendo «con tiempo» y «bien».

Según ha explicado, Mondragon va a aprobar también su «política socioempresarial» para los próximos cuatro años, en la que no es «muy previsible que haya un cambio de ruta, un cambio de paradigma», sino que «siempre suele ser una adecuación más o menos potente a la realidad que en cada momento hay».

Ucín ha precisado que no se trata de «un plan estratégico» porque las cooperativas que integran Mondragon son «muy distintas» en «un montón de cosas», sino de «poner una guía para que las cooperativas adecúen sus estrategias y su saber hacer a un conjunto que es Mondragon».

Según ha indicado, «las líneas van a ser parecidas pero no iguales y tampoco con cambios radicales, sino que poco a poco se van adecuando las cosas a la realidad que hay en cada momento» y que actualmente sigue siendo «compleja, con mucha incertidumbre».

En este contexto, ha destacado que Mondragon se basa «en ser más cooperativos y más competitivos». «Competitivos, sobre todo, a la hora de los de los factores económicos. Hay que competir en un mercado un mercado que es complejo y que es muy distinto según qué sector, en qué situación esté cada cooperativa. Y cooperativos porque el cooperativismo es un factor más de competitividad y también porque nos debemos a la sociedad en la que estamos», ha señalado.

En esta línea, ha defendido que «el cooperativismo de Mondragon, a su vez, por los mecanismos de intercooperación que tiene, ayuda a que las cooperativas sean más competitivas».

BUENAS SENSACIONES

Por otro lado, ha afirmado que el nuevo lehendakari, Imanol Pradales, al que conoce «desde hace años», le transmite «sensaciones muy buenas» porque «es una persona abierta, responde y es valiente», por lo que cree que «lo va a hacer bien».

No obstante, ha advertido de que «tiene un reto importante» porque la sociedad se ha vuelto «más demandante» y pide «mejores servicios» y los recursos «no son ilimitados». «Vamos a ver cómo se encaja eso y cómo se mueven las cosas también desde el punto de vista de los proyectos clave de país, todo eso que hay que ver cómo se afronta», ha planteado.

En relación a la reforma fiscal, ha señalado, frente a los que «hablan mucho de que las empresas pagan pocos impuestos», que, a su entender, «las empresas la labor que tienen es la de generar riqueza, y eso es lo que traerá consigo que se puedan cobrar más impuestos».

Para el presidente de Mondragon, «hay cosas que se deberían tocar». Entre otros aspectos, ha apuntado que «los rendimientos del trabajo están más castigados de lo debido y posiblemente haya otros que habría que mirar a ver si es correcto o no lo que se está pagando».

Tras apuntar que «todos» defienden que no se «deje a nadie atrás» pero que «lo pague otro también», ha considerado que es preciso «un consenso de cómo se organiza este país en eso también».

«Creo que hay un potencial porque las empresas cuanto más ganen, si esos beneficios se dedican a hacer más I+D, más internacionalización, a competir mejor en el mercado, con medios productivos más efectivos, más competitivos, esa es la forma, sin duda, de generar más ingresos para la administración pública», ha reivindicado.

Por otro lado, el presidente de Mondragon ha incidido en que «falta talento», pero no solo «ingenieros, matemáticos y todo eso», sino que «falta de todo» y va a «faltar más». A su entender, «va a haber un gap entre lo que va a hacer falta y lo que va a haber que va a ser brutal».

En este marco, ha admitido que «la automatización, la inteligencia artificial, van a facilitar cantidad de tareas» y para «hacer lo mismo hará falta menos gente», pero ha advertido de que «tiene un problema también detrás», el de las personas que «no tienen ubicación en ese mundo», y, además, pese a contar con esas herramientas, «aún y todo va a faltar gente».

«Y no hay más remedio que para cubrir el gap que nos viene de una manera inmediata –ya estamos en él, pero va a ser todavía mayor– que traer gente de fuera. Y es mucho mejor que se haga con talento, con anticipación, seleccionando bien lo que hace falta y qué tipo de personas también queremos tener aquí», ha planteado Ucín, que ha destacado que la corporación tiene «escuelas donde está formando gente».

LOS ARANCELES

Asimismo, preguntado por la competencia de productos de China, según ha recordado, con costes «más baratos» y además «subsidiados», el país asiático «ya produce el 35% de la producción de bienes manufacturados, cuando Estados Unidos produce el 12% y, por ejemplo, Alemania produce el 4%».

Aunque ha asegurado que no le «gustan los aranceles» porque va «contra una sana competencia», ha matizado que «China no está utilizando mecanismos digamos sanos de competencia, sino que son todo lo contrario».

Según ha indicado, «los americanos se han aprendido rápido» y «ya se han armado», pero no «en Europa, por la excesiva regulación, porque hay intereses contrapuestos, porque hay que poner de acuerdo a 27, porque dentro de un país puede haber empresas que están a favor y otras en contra, porque habría represalias seguramente».

El presidente de Mondragon ha advertido de que Europa, que ya «está perdiendo capacidad industrial», y va a seguir «perdiéndola como no hagan algo rápido». «Porque poco a poco se van metiendo en sectores, han aprovechado lo relacionado con el Green Deal, pero luego vendrán otras cosas, como se ha solido hacer», ha augurado.