Así lo dijo la ministra durante el Pleno extraordinario del Senado convocado para debatir la senda de estabilidad en la que el Gobierno propone una flexibilización del objetivo de déficit para el periodo 2019-2021, aumentando el del próximo ejercicio del 1,3% que dejó fijado el Ejecutivo de Mariano Rajoy hasta un 1,8%.

Montero señaló que el “bloqueo” de PP y Ciudadanos, ante su previsible voto desfavorable, demuestra un “patriotismo de pulsera y cinturón” cuando “la verdadera patria se encuentra en el interés general y en el bien común”.

La ministra indicó que “solamente a través de la pinza nostálgica, inmovilista de PP y Ciudadanos, no se puede continuar la tramitación para que los presupuestos se adecuen a la senda a la que Bruselas dio el visto bueno”. En esta línea, añadió que esa pinza “ha secuestrado la tramitación parlamentaria”.

Minutos antes de comenzar el Pleno, declaró a los periodistas que “no tiene ningún sentido” el rechazo a la senda del Senado, después de que el Congreso de los Diputados la haya apoyado “de forma masiva”.

Montero lamentó la “visión cortoplacista de cuanto peor, mejor” de PP y Ciudadanos y criticó que la postura de estos dos partidos “no tiene nada que ver con el interés general”, sino con el “deseo de poner chinas en el camino al interés general”.

La titular de Hacienda defendió la senda de estabilidad, que recibió en el Congreso de los Diputados el voto favorable de PSOE, Unidos Podemos, ERC, PNV, PDECat, Compromís y Nueva Canarias, y que permitirá una capacidad de gasto de 6.000 millones de euros adicionales en 2019. Dicha cantidad, equivalente a las cinco décimas que aumentaría el objetivo de déficit, se repartiría con 2.500 millones para la Seguridad Social, 2.500 para las comunidades autónomas y 1.000 para la Administración central.

Montero justificó que si se tiene que presentar una nueva senda es porque en el Gobierno del PP “incumplieron sus obligaciones” y “ahora pretenden que en el ejercicio lo corrija el PSOE y añadan el esfuerzo de la senda pactada con Bruselas”.

Mientras, aseguró que cuando el PP propuso la ampliación de la senda de estabilidad “contó con el voto favorable del PSOE, siempre ha apoyado al Gobierno cuando se trataba de mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos”.

Por último, la ministra subrayó en que el Consejo de Ministros aprobará en enero los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2019 y que “los grandes perjudicados” por no aprobar esta senda serán “las inversiones, que no podrán crecer todo lo que les gustaría” y las comunidades autónomas y la Seguridad Social, que “tiene que incrementar las cotizaciones sociales para poder suplir” esa falta de recursos.

La votación del Senado llega antes de que se haya acometido la reforma de la Ley de Estabilidad, actualmente en tramitación en el Congreso, con la que el Gobierno quiere eliminar de dicha norma la capacidad de veto del Senado, donde la mayoría del PP impide sacar adelante la nueva senda. En concreto, el artículo 15 de la Ley de Estabilidad obliga a que los objetivos de estabilidad deban ser aprobados tanto por el Congreso como por el Senado, cuando lo habitual es que cuando la Cámara Alta rechaza alguna iniciativa ya aprobada por la Cámara Baja, ésta última pueda levantar el veto.

El previsible ‘no’ del Senado a la senda de déficit y deuda que propone el Ejecutivo socialista obligará al gabinete de Pedro Sánchez a diseñar el proyecto de cuentas públicas de 2019 sobre los actuales objetivos que dejó fijados el anterior Gobierno del PP. En tal caso, el gasto previsto en las cuentas públicas será 1.200 millones menor respecto al propuesto por el Gobierno socialista, al contar la Administración central con una décima menos de déficit.