El portavoz de la Entesa pel Progrés de Catalunya, José Montilla, cree que el presidente de la Generalitat, Artur Mas, anticipará las elecciones autonómicas aunque no convenza a ERC de que debe constituirse una lista conjunta independentista.
En una entrevista concedida a Europa Press, el expresidente catalán advierte de que los adelantos electorales, «cuando ha habido ya uno, no convienen» y menos en una crisis económica. «Pero el Gobierno actual y las formaciones que le dan apoyo piensan en sus intereses partidarios, que no digo que no sean legítimos, no en los intereses generales del país», advierte.
El portavoz explica que el PSC hizo una oferta presupuestaria a la Generalitat para «poner en evidencia» que Artur Mas tiene alternativas a la convocatoria de las autonómicas. «Tiene otras salidas, si escoge esa, será por intereses de carácter partidario», añade.
José Montilla admite que no se puede prever en qué situación estará Cataluña dentro de seis meses, aunque ha asegurado que la incertidumbre se extiende más allá de su comunidad. «¿En España sabemos quién podrá gobernar dentro de un año? Y después de las autonómicas y municipales habrá mayorías más plurales, minorías de gobierno más inestables», señala.
EL COLOR GRIS
Aun en el supuesto de que CiU, ERC y otras fuerzas compusieran una lista única independentista para unas próximas elecciones, el expresidente catalán rechaza que el PSC participe en otra opuesta, de no independentistas.
«No somos partidarios de la política de bloques, las cosas no son simples», señala el ex primer secretario del PSC, para quien hay diferencias entre unos y entre otros. «Coincidencias con el PP hay, francamente, muy pocas», señala.
Por otro lado, José Montilla advierte de que las elecciones plebiscitarias no existen y «no son propias de regímenes democráticos». «Existe una pluralidad de ofertas y las personas afortunadamente no solo tienen dos opciones para escoger», agrega.
Sobre cómo puede el PSC mejorar electoralmente y no convertirse en cuarta o quinta fuerza del Parlamento catalán, insiste en que su partido debe tratar de que se visualice su apuesta por la «transversalidad». Parte de su electorado rechaza cómo han gestionado la crisis económica, dice, y otra parte no entiende su mensaje «cuando la cosa va de blancos y negros».
José Montilla defiende que su partido no es independentista, «pero no está por el inmovilismo» ante el problema territorial que cree que existe y que requiere, a su juicio, cambios en la arquitectura institucional del país y en las políticas.
«Es difícil que se nos vea. En el medio plazo es de prever que eso cambie, entre otras cosas porque la independencia no es viable, salvo que el PP la haga viable todavía más con su política de no diálogo, de pura y simple confrontación», concluye el portavoz.
EUROPA PRESS