Montoro apunta a una rebaja de impuestos a partir de 2016

El déficit de las Administraciones Públicas se situará por debajo del 3% el año próximo 

Sí, pero… Es en síntesis lo que queda la promesa de rebaja de impuestos de un Gobierno que, desde que llegó al poder en 2011 los ha subido en casi 40 ocasiones. Sin embargo, y a diferencia de otras momentos, esta vez parece que va en serio y ya se ha puesto en marcha la cuenta atrás. 2016 sería el año elegido y no precisamente por casualidad, sino porque será cuando consigamos rebajar  nuestro déficit nominal a menos del 3 por ciento, tal y como se recoge en la Actualización del Programa de Estabilidad Presupuestaria 2015 – 2018.

«Reduciremos los grandes impuestos pero dando prioridad a conseguir el objetivo de déficit público», afirmaba ayer el ministro de Hacienda, Cristobal Montoro, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros en el que se daba luz verde al conocido como cuadro macro.

El plan mantiene los objetivos globales de déficit en el -4,2 por ciento y -2,8 por ciento para 2015 y 2016 y los rebaja al -1,4 por ciento y -0,3 por ciento para 2017 y 2018. Las previsiones del cuadro macro subrayan que el año próximo la Administración Central reducirá su déficit 7 décimas, hasta el -2,2 por ciento; por su parte las Comunidades Autónomas lo harán en 5, hasta el -03 por ciento y la Seguridad Social en 3, hasta el -0,3. Con respecto a las Entidades Locales, seguirán siendo las más cumplidoras sin variación alguna en los objetivos.

Superávit primario 

El Gobierno también es optimista en cuanto al saldo fiscal. El Programa de Estabilidad  destaca que en 2016 España cerrará el ejercicio con superávit primario del 0,1 por ciento, es decir, que el saldo de las Administraciones Públicas descontando la carga de intereses será positivo por primera vez desde 2011 (año que cerró con un déficit del -6,5 por ciento). Tendencia que se mejorará en 2017 y 2018 años para los que Moncloa presume un superávit primario será del 1,2 y 2,2 por ciento.

Además del nominal, el saldo primario estructural también registrará superávit hasta el final del periodo. En concreto el Ejecutivo lo fija en una constante del 2,3 por ciento anual (una décima menos que en 2014). Evoluciones que contribuirán al PIB (Producto Interior Bruto) con variaciones positivas del 3,6, 3,8, 4,2 y 4,6 por ciento en 2015, 2016, 2017 y 2018, respectivamente y que se traducirán en una reducción de la deuda pública del 98,9 por ciento de 2015 hasta el 93,2 por ciento de 2018.