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Navidad: regalos, reencuentros y estrés, mucho estrés

Se acerca la Navidad y con ella el toro que nos pilla todos los años. Y parece que eso hace mella en nuestro nivel de estrés navideño. Se ha realizado una encuesta en siete países y España sale perdiendo.

Las encuestas reflejan que la consideramos una época entrañable, de paz, amor, y todos esos tópicos. Sin embargo, el no encontrar el regalo adecuado o no tener tiempo para ello, nos agobia más de lo que debería, y para colmo en ocasiones no acertamos con la decisión. Lo que aumenta nuestro agobio son los centros comerciales, así que preferimos hacer las compras por Internet, sin filas, gente, ni agobios.

Para el 72% de los españoles, la Navidad es un momento de reencuentro con familiares y amigos a los que no vemos mucho durante el resto del año, como decía el anuncio: “Vuelve a casa, vuelve por Navidad”. De todos ellos, el 31% destaca el carácter festivo; los bailoteos en Nochevieja, las vacaciones…, y un 24% se inclina por el aspecto religioso de esos días. Por otro lado, un 18% define la Navidad como “un festival de comida” y una “excusa para comprar”.

Como no podía ser de otra manera, en España el porcentaje de encuestados que consideran la Navidad una época de fiesta, es el más alto de todos los países que participaron en este estudio. A pesar de ello, también estamos en el top de los países que más se estresan, así que supongo que necesitamos la fiesta para liberar el estrés acumulado. El 57% de españoles encuestados opina que la Navidad estresa, en comparación con el 51% de Reino Unido o el 45% de Alemania. Los factores que más no estresan son, de mayor a menor estrés: el dinero que hay que gastar, tener que comprar regalos con tanta gente y no saber qué escoger.

Lo más odiado de la Navidad son las aglomeraciones, de ahí que el 49% de los españolas tema ir a un centro comercial en plena campaña navideña, aunque en Estados Unidos todavía da más miedo, alcanza el 55%. Pero no queda más remedio que sumergirnos en esa masa de gente que va de un lado a otro buscando qué regalo comprar, y tanto para aquí y para allá nos lleva a hacer una media de 4,54 viajes a centros comerciales en busca de convertirnos en el mejor Papá Noel y Rey de la Navidad, además en cada uno de los viajes invertimos unas cinco horas en esa búsqueda al más puro estilo Indiana Jones.

Como decíamos antes, es por todo esto que los españoles somos más de compra online, tendencia que irá aumentando ya que el promedio de los siete países es de un 53%. A pesar de este gran avance tecnológico, un 28% prefiere hacer un regalo “casero”, no sabemos si por ahorrar o por hacerlo con ese cariño que no te permite un regalo comprado.

Por supuesto, además de dar regalos, todos esperamos recibirlos. Los españoles tenemos clarísimo que el regalo de una pareja debe ser, por orden de preferencia: un viaje, ya sea un destino exótico o una escapadita romántica, seguido por ropa y material deportivo, libros y productos multimedia, y por último dispositivos inteligentes como smartphones y tablets. Aunque los más románticos valoran otro tipo de regalos menos materialistas; al 45% le gustaría recibir un abrazo, beso o muestra de cariño similar. En cuanto a lo que regalamos a nuestra pareja, lo que más nos gusta es; ropa y material deportivo, seguido de belleza y cosmética, libros y multimedia, y para terminar joyería. A pesar de tener claro la jerarquía de gustos, el 35% de los encuestados españoles considera que su pareja es la más difícil para hacer un regalo.

En esta encuesta existen los Juan Palomo: “yo me lo guiso, yo me lo como”, que ya hartos de no recibir el regalo que quieren, han decidido regalarse a sí mismos ni más ni menos que un 54%. Suelen comprarlo al final, cuando ya tienen los regalos de los demás, porque se puede ser egocéntrico y generoso a la vez. Como nos conocemos mejor que nadie, los “auto-regalos” tardan una media de 41 minutos en ser elegidos. Lo que más nos gusta regarnos es: moda y accesorios, libros y multimedia, viajes y cosmética.

Los que no han decidido regalarse a sí mismos, corren el riesgo de recibir un regalo que no sea de su gusto, algo que le ha pasado al 78%, lo que nos eleva al puesto ganador de la encuesta en insatisfacción. Cuando jugamos al “amigo invisible”, al 21% le desagrada recibir regalos atrevidos o subidos de todo, y el 16% detesta las flores y los peluches. Aunque la falsedad es uno de nuestros fuertes, y sabemos disimularlo bien, el 83% finge que le encanta el regalo y luego los esconde en el rincón más profundo del mundo. El 51% lo guarda, aunque yo lo llamaría esconder, en el armario de casa, el 18% saca más provecho y se lo regala a alguien, un 9% saca el doble de provecho e intenta venderlo, y un 8% lo entrega a iniciativas solidarias.

Pero no todo es malo, en España somos solidarios y nos gusta regalar a nuestra pareja, familia, compañeros de trabajo, vecinos…aunque haciendo honor a la verdad, no nos esforzamos de la misma manera en todos los casos. Si se trata de nuestra pareja invertimos casi una hora y media, seguido de los más pequeños de la casa en lo que invertimos unos setenta minutos, en nuestros padres un poquito menos ya que ronda la hora, seguido de los abuelos a los que dedicamos veinte minutos, compañeros de trabajo a quienes entregamos un cuarto de hora, once minutos a nuestra mascota y ocho a nuestros vecinos.

 

Odina Sanz Barnola 

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