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Neuroproductividad para aumentar el desempeño y reducir el estrés

La neuroproductividad es una disciplina perteneciente a las neurociencias que estudia los procesos neuronales y mentales enfocados en la productividad.

Actualmente, hay millones de personas en el mundo que teletrabajan o que combinan el trabajo en su casa con el presencial en la oficina corporativa. Cada vez es más importante gestionar bien las tareas y el tiempo para tener un equilibrio entre la vida personal y la profesional. Ahora, se enseña a usar lo mejor posible la energía, inteligencia y tiempo para conseguir los objetivos más significativos con el menor esfuerzo.

Conocer los patrones mentales que hacen que las personas trabajen con foco, motivación y alto desempeño hace que se puedan mantener y mejorar estos mecanismos. De hecho, la ciencia indica que la mayoría de las personas tiene la capacidad para cumplir sus objetivos profesionales y personales. Sin embargo, muchas de ellas no conocen los mecanismos cerebrales relacionados con la productividad y suelen tener obstáculos mentales como falta de motivación, distracciones o realización de multitarea.

Aprender principios y técnicas de neuroproductividad ayuda a gestionar estas dificultades, aumentar el desempeño, reducir el estrés y conseguir el máximo potencial. Además, contribuye a mejorar la gestión de tareas y procesos cuando estos no salen como han sido planificados.

“La neuroproductividad hace que tu trabajo salga mejor y que seas más feliz trabajando. Trabajamos muchas horas al día, pero no las hacemos con la máxima calidad. Por ejemplo, no sabemos hacer las pausas adecuadas para rendir más. Con la neuroproductividad, aprendes que puedes trabajar con mucho foco hasta 90 minutos y que, a partir de entonces, necesitas descansar o tu desempeño se reducirá. Esto contribuye a que trabajes con más calidad y buen humor”, afirma Silvia Guinart, consultora y formadora que ofrece cursos de neuroproductividad y neuromarketing para aumentar el desempeño y mejorar los resultados.

Técnicas de la neuroproductividad

Un principio importante para la productividad es la noción de cronotipos basados en los ciclos circadianos, es decir, ciclos biológicos que controlan la fisiología, como el metabolismo y el comportamiento. Los cronotipos influyen en aspectos como la concentración, el aprendizaje, el estado de ánimo o la creatividad.

Existen tres cronotipos, las alondras que son personas madrugadoras, los búhos, personas nocturnas y los colibríes que son diurnas, pero no tanto como las alondras. Los colibríes y las alondras tienen un mayor grado de concentración para tareas de lógica y análisis por la mañana, mientras que durante la tarde son más receptivas a la creatividad. En cambio, los búhos lo tienen invertido.

“Conocer tu cronotipo te puede cambiar la vida. En realidad, podemos intuir si somos personas diurnas o nocturnas si ponemos atención en cómo funcionamos durante el día, pero la mayor parte de las veces no hacemos nada al respecto. Si eres alondra o colibrí, los horarios de trabajo habituales te van bien, pero los búhos deberían entrar a trabajar más tarde. La realidad es que no siempre podrás tener el mejor horario para ti, pero sí podrás elegir el momento más adecuado para realizar ciertas tareas. Eso puede marcar una gran diferencia en tu estado de ánimo y en tu productividad”, comenta la experta Silvia Guinart.

La neuroproductividad demuestra que existen múltiples hábitos para poder aumentar la eficiencia de la mente. La mayoría se basan en eliminar o reducir aquellas conductas que quitan tiempo, dispersan la atención o agotan la energía mental.

Por ejemplo, limitar la duración de reuniones y los textos en los e-mails puede ayudar tanto al emisor como al receptor a estar más atentos y a destacar las ideas clave de esa interacción. Asimismo, es importante evitar estar haciendo más de 90 minutos una tarea para no desencadenar fases de estrés.

La neuroproductividad en casa y en el trabajo

Actualmente, se pueden aprender técnicas, principios y acciones útiles de neuroproductividad en cursos de diferentes formatos.

“En mis cursos online y presenciales de neuroproductividad, pretendo que cada persona mejore significativamente la gestión de sus recursos. Todo requiere energía, desde respirar hasta llamar por teléfono, así que es importante que cada persona sepa cómo cuidar y potenciar esa energía. También otros activos relevantes como el tiempo, el dinero o la atención. Se pueden hacer muchas acciones como poner aroma de menta piperita en una sala para aumentar el foco, exponerte al sol a primera hora para incrementar la productividad o hacer reuniones a ciertas horas en las que las personas estamos más receptivas y contentas”, dice Silvia Guinart.

La neuroproductividad es una disciplina que está en plena tendencia, sobre todo desde el incremento del teletrabajo. Numerosos estudios han demostrado que aplicar estos tips y hábitos pueden ayudar a rendir más, gestionar mejor el tiempo y equilibrar mejor la vida personal y laboral.

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