El demandante, la empresa agrícola Ribertierra, acudió en 2005 a Altae, el banco privado de Caja Madrid, para intentar maximizar los 19 millones de euros que había obtenido por la venta de unos terrenos y que quería reinvertir en la compra de un inmueble. Según la compañía, Altae le ofreció mediar en la compra del inmueble, adquirido con los ingresos existentes, y le recomendó pedir dos préstamos por valor de 25,2 millones para financiar proyectos e invertir en bonos con capital garantizado. De este modo, obtendría nuevos ingresos que le servirían para pagar los intereses y amortizar los créditos.
Después de varias operaciones con éxito, Altae le aconsejó invertir en bonos estructurados de Landsbanki. Desde que esta quebró en 2008, Ribertierra no puede hacer frente a sus préstamos y, según sus abogados, podría entrar en concurso de acreedores.
- El presidente de BBVA, Carlos Torres Vila, ha señalado que «la educación es una fuerza revolucionaria que genera oportunidades», durante su intervención en el