El objetivo de este nuevo calendario laboral es mejorar la productividad española, y no ha sido fácil de conseguir, ya que ha habido que negociar con la Conferencia Episcopal.

Para empezar el año que viene no habrá puente de Todos los Santos, pero se mantiene la Purísima, el 8 de diciembre. También se mantiene el 15 de agosto, pero se podrán mover San José y Santiago, lo que afecta sobre todo a Valencia y Galicia.

Para el día de la Constitución, 6 de diciembre, se barajan tres opciones la primera moverla al lunes, o bien unirla a la purísma que es el 8 de diciembre. Y una tercera que es la de hacerla laborable, pero manteniendo los actos institucionales.

Otras fiestas que no se mueven: 1 de enero, 12 de octubre día de la Hispanidad, el 25 de diciembre, así como Viernes Santo y Primero de Mayo. El resto de festivos, locales y autonómicos, serán negociados con las Comunidades Autónomas…