Josef Ackermann, presidente de la Asociación de Finanzas Internacional y Herman Van Rompuy, presidente del Consejo Europeo, se han reunido para discutir la contribución de las entidades al segundo rescate heleno. Por un lado, los líderes europeos quieren pedir a la banca que asuman las pérdidas de hasta el 50% en los bonos griegos que tienen en sus balances para reducir la carga de la deuda griega. Y por otro, los representantes del Instituto Internacional de Finanzas ya han expresado su resistencia a esta mayor aportación y han reclamado que se respete el acuerdo alcanzado en julio, que limitaba la quita a un 21%, o lo que es lo mismo 54 mil millones de euros. Ahora el juego está en conseguir convencer a la banca de que reabran el acuerdo, porque cualquier contribución que no sea voluntaria  desencadenaría los seguros de impago de la deuda.