Tras siete días de infarto en los que Yorgos Papandreu no ha dejado de protagonizar los corrillos de conversaciones a lo largo de la mancha europea, los germanos le piden a la canciller alemana votar, dado que la ‘locomotora’ se ha comprometido a desembolsar 211.000 millones de euros sin el consentimiento directo de los ciudadanos.
Según una encuesta elaborada por el instituto Emnid y hecha pública hoy mismo por el diario ‘Bild Zeitung’, el 71% de los alemanes exige a su Gobierno que se lleve a cabo una consulta entre la ciudadanía sobre si Alemania debe o no aportar tanto dinero al fondo de rescate.
Sin embargo, este plante de los alemanes a las decisiones que ha estado tomando y aprobando el Bundestag, no son ninguna novedad. En las recientes manifestaciones que han tenido lugar en Stuttgart, Munich y Colonia, se ha reivindicado una democracia más directa, y una de las proclamas más escuchadas pedía a gritos la celebración de un referéndum sobre la crisis de la deuda.
Miedo a que el dinero del fondo nunca sea devuelto.
Entre los alemanes comienza a crecer el temor a que el dinero aportado para el rescate heleno no acaba nunca por ser devuelto, debido a que Grecia podría tener un pie y medio fuera de la zona del euro, es más el 63% de los encuestado cree que la península helena no permanecerá por mucho tiempo dentro del ‘Club’ de la moneda única.
Un miedo que no deja de crecer como la pólvora, encendido por los continuos rumores que apuntan que Alemania habría comprometido la reserva de oro del Banco Central, en el Fondo europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), un rumor que a pesar de haber sido desmentido por el congreso alemán, sigue incomodando a los ciudadanos germanos.
"Conocemos este plan y lo hemos rechazado", ha dicho un portavoz del Bundesbank para tratar de calmar a la población contribuyente a la que quita el sueño un supuesto incremento indirecto por una aportación extra de unos 15.000 millones al FEEF.
La encuesta.
El 82% de los alemanes declara que lo peor de la "crisis de endeudamiento" está por venir. El 73% es contrario a la política de rescates. Un 44% se siente personalmente afectado por la crisis.
Un 92% apuesta por un control más fuerte sobre los bancos y mercados financieros. Un 58% da su visto bueno a las decisiones de Merkel en la crisis y opina que ha defendido bien los intereses de Alemania en Europa.