Juan Antonio Fernández Cordón, demógrafo, economista y consejero del CES, destaca que esta situación no tiene parangón con ningún otro momento de la historia de la humanidad. Se trata de un fenómeno reciente y que, en su opinión, afectará progresivamente también a la globalidad de países. El experto achaca esta situación a lo que califica como “un gran progreso del ser humano”: la disminución de la mortalidad y el incremento de la media de vida de nuestra población, que nos permite “vivir más, y mejor”.
Este es un aspecto que se debe tener en cuenta especialmente en el contexto de crisis actual. Mientras los gobiernos se esfuerzan por recortar el déficit y ajustar las partidas sociales, la cuantía de las pensiones para la tercera edad parece correr peligro. Juan Antonio Fernández ve la necesidad de satisfacer las necesidades de este sector de la población. Es más, encuentra en ello factores positivos. El demógrafo destaca que toda inversión, sea pública o privada, conlleva el impulso de la actividad. Por lo tanto, otorgar pensiones a nuestros mayores dota a los mismos de una mayor capacidad para invertir y mover con ello una economía tan estancada como la actual. Por otro lado, Fernández Cordón destaca que este segmento de población de avanzada edad requiere de unos cuidados y servicios especiales, que a su vez favorecen la creación de empleo y la construcción de infraestructuras para cubrir sus necesidades.
Así pues, el consejero del CES considera indispensable cubrir con una buena partida de pensiones las necesidades de esta población mayor de 65 años. Unas pensiones que, desde su punto de vista, tendrén que crecer inevitablemente en el futuro. Y es que en la actualidad, en España, más del 17% de la población pertenece a este segmento. Dentro de unos 30 o 40 años, según Fernández Cordón, este porcentaje podría incluso duplicarse.