Mario Alonso, presidente de Auren, se muestra sorprendido porque las entidades públicas no estén obligadas a auditarse al igual que las empresas privadas. “Se estima que el 80% de las corporaciones locales no se auditan y esto es ridículo”, ha denunciado. Advierte además de que si durante los últimos años las entidades públicas locales se hubieran auditado “se habrían evitado descalabros”. Se muestra confiado en la Ley de Transparencia emprendida por el Gobierno para que acoja la obligación de que las corporaciones locales estén auditadas.
En un entorno en que las auditorías han tomado protagonismo debido a los informes publicados de diferentes entidades financieras, Alonso recuerda la extraordinaria responsabilidad que tienen los auditores. Responsabilidad administrativa, civil y hasta penal, por lo que considera lógico que busquen explicaciones y responsabilidades al auditor. Eso sí, advierte de que hay que atender a cada caso en particular, porque ofreciendo datos demuestra que en nuestro país se emiten 70.000 informes y “de todos ellos se pueden contar los errores con los dedos de una mano”.
Advierte de que la auditoría no es una ciencia exacta, aunque sí compleja. “Hay dosis de subjetividad porque hay que hacer estimaciones y en los momentos actuales donde los valores no responden a mercados, porque están viciados, es difícil saber lo que valen las cosas”, ha asegurado. En este sentido explica que a la contabilidad le cuesta medir y el auditor tiene que ir “después del acontecimiento”.
Respecto a la normativa que pretende implantar la Unión Europea por la que se limita el número de años de la relación de las auditorías con las compañías así como la flexibilidad de rotación de diferentes actores, Alonso considera fundamental elevar “los limites de la auditoría obligatoria” en cuanto a la facturación se refiere. A juicio del presidente de Auren “es un error grave que se queden grandes cantidades de empresas sin auditar en nuestro país”.
PREVISIONES DEL SECTOR
Ha arrojado sus perspectivas al sector y prevé que la auditoría “se reinvente mirando hacia la asunción de riesgos y hacia el resumen integrado” que contempla temas sociales, medioambientales y de sostenibilidad, entre otros. Cree primordial que la tendencia se dirija hacia “defender más auditoría y no menos”.